Entre los colaboradores del presidente Mariano Rajoy se ha desbordado el entusiasmo. Tras la entrevista con el presidente de EEUU, Barack Obama, en el Despacho Oval, pese a destacar la necesidad de afrontar ya el problema del desempleo, desde Moncloa se afanaban por subrayar sus elogios al trabajo del Gobierno para estabilizar la economía española. Lograr palabras de apoyo de Obama era el propósito fundamental con el que entraron a la Casa Blanca y, por tanto, se dan por satisfechos.
Desde el equipo de Rajoy consideran que el presidente norteamericano «apoyó con efusividad» las reformas del Gobierno español, aseguran que en la conversación privada «hubo mucha química» y explican, según reveló la Cadena Ser, que a Obama le gustó especialmente que Rajoy pidiese ir a rendir homenaje a los soldados de Estados Unidos fallecidos en conflictos bélicos. Una ofrenda floral en el cementerio de Arlington con la que el presidente español arrancaba su agenda en Washington.
Lo cierto es que, pese al entusiasmo, Obama repitió el mismo mensaje de apoyo a la economía italiana cuando le visitó el primer ministro Enrico Letta, el pasado otoño. Es más, le recriminó que no hiciera todo lo posible por atajar el desempleo. Igual que a Rajoy. Otra coincidencia: cuando Rodríguez Zapatero visitó a Obama en la Casa Blanca, en 2009, éste destacó su «liderazgo» político. Lo mismo que señaló de Mariano Rajoy.