El Banco de España advirtió en 2010 a la CNMV de que la introducción de nuevos requisitos para la emisión de títulos como las preferentes con el fin de proteger a los inversores minoristas podía tener un efecto contraproducente y llevarles a «un cierto engaño» sobre la seguridad del producto.
La advertencia fue hecha el 21 de mayo de 2010 por el entonces director general de Regulación del supervisor, José María Roldán, en un correo electrónico enviado a la CNMV para darle su opinión sobre la carta que este organismo pretendía remitir al sector financiero actualizando los requisitos «en la verificación de emisiones de renta fija e instrumentos híbridos destinados a minoristas».
El ex director general de Regulación del Banco de España, que abandonó este puesto el pasado mes de septiembre después de doce años en el cargo, añadía que esos contratos «resultan útiles en situaciones normales de los mercados», pero también tener efectos contraproducentes en escenarios distintos.
«En momentos de crisis en los que puede no existir mercado o, si continúan operando, lo hacen en régimen de fire sales -ventas masivas-, los precios a los que cotice la entidad proveedora de la liquidez reflejarán importantes descuentos, pudiendo generar importantes pérdidas para el inversor», continuaba.