El denominado «Comando Insurreccional Mateo Morral», el mismo que se atribuyó la colocación de un artefacto en la catedral de La Almudena de Madrid el pasado mes de febrero, ha reivindicado hoy la colocación ayer de un artefacto en la basílica del Pilar de Zaragoza.
Según han confirmado a Efe fuentes policiales, este grupo anarquista ha reconocido en las redes sociales que es el autor de la colocación ayer de una bombona de cámping gas junto al órgano de la basílica, que explosionó sobre las 13.45 horas causando daños materiales, pero ningún herido.
Se trata del mismo supuesto comando que el pasado 8 de febrero reivindicó la colocación, el día anterior, de un artefacto en La Almudena que fue retirado por la Policía sin que llegara a explotar y que contenía un detonador y cerca de 1.200 gramos de explosivo.
En un comunicado publicado por varias páginas web anarquistas, el «Comando Insurreccionalista Mateo Morral» afirma que «el objetivo del ataque explosivo es claro: dar caña (golpear) a la monarquía borbónica en sus lugares sagrados».
«Demostramos que vuestras guaridas santificadas son vulnerables. Los cimientos de vuestro poder han temblado por los kilos de nuestra pólvora sacrílega que busca romper con vuestra paz cívica basada en muertos y personas encerradas por años en el talego (cárcel). Esto es la venganza», añadía.
El supuesto comando lleva el nombre del anarquista Mateo Morral Roca (1880-1906), responsable del atentado contra el rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia el día de su boda el 31 de mayo de 1906.
Precisamente este intento de magnicidio fue cometido desde el número 84 de la calle Mayor de Madrid, muy cerca de la catedral de La Almudena.
Un mes después de la colocación del artefacto en La Almudena, el 12 de marzo, la Policía explosionó de forma controlada un artefacto junto a la Fiscalía de Madrid que contenía tres kilos de explosivo, y los investigadores apuntaron la posibilidad de que ambas acciones hubieran sido perpetrados por grupúsculos anarquistas conectados entre sí.
Los mismos grupos también podrían ser los autores del envío, en meses anteriores, de varios paquetes con explosivos a personas relacionadas con la iglesia, entre ellos dos «consoladores», con explosivos, remitidos al arzobispo de Pamplona y al director de un colegio de Madrid, que explotó en Correos.