Desde que empezó la crisis en 2008 ha crecido un 41 % el número de jóvenes españoles que han emigrado al extranjero, en la mayoría de los casos empujados por la falta de perspectivas laborales que a corto plazo ofrece un país en el que la tasa de paro juvenil se sitúa en el 56,14 %. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2012 España fue por tercer año consecutivo un país emisor de emigrantes, dado que se fueron 476.748 personas, de las que 59.724 eran españolas.
Entre los emigrantes españoles 7.808 tenían entre 20 y 29 años, cifra que casi se duplica si se suman aquellos con edades comprendidas entre 30 y 34 años, al llegar a un total de 14.084.
Igual evolución
En términos relativos la evolución ha sido casi igual para ambas franjas de edad, ya que los emigrantes de hasta 29 años han aumentado un 40,9 % respecto a 2008, en tanto que contando hasta los 34 años han crecido el 41,4 por ciento.
En 2008 la tasa de paro entre los menores de 25 años se situó al cierre del año en el 29,16 %, mientras que en 2012 llegó al 55,13 %, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Ecuador, Reino Unido, Francia y Alemania fueron los principales destinos de los emigrantes españoles en 2012, seguidos a mayor distancia de países como Venezuela, Argentina, Colombia, Brasil o Perú.
De hecho, Ecuador ha ofrecido este año 5.500 puestos de trabajo a profesores universitarios y de primaria y secundaria españoles. Con esta oferta, el Gobierno ecuatoriano busca formar a investigadores y profesores para cubrir el déficit de docentes que sufre el país.
Un informe de UGT publicado esta semana señala que en España hay una tendencia mayor a emigrar entre las personas con estudios superiores o entre quienes tienen mayor formación o carga de responsabilidad.