El juez Pablo Ruz vuelve esta semana a la Audiencia Nacional tras diez días de vacaciones y lo hace con el interrogatorio de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y de sus antecesores en ese cargo Javier Arenas y Francisco Álvarez-Cascos.
El juez citó antes de marcharse de vacaciones a los tres políticos en calidad de testigos para preguntarles sobre el sistema de donaciones y pago de sobresueldos.
Para mañana martes 13 han sido llamados a testificar Álvarez-Cascos y Arenas, y al día siguiente De Cospedal. Los tres lo harán en la sede la Audiencia Nacional tras haber renunciado tanto De Cospedal como Arenas a la prerrogativa que les otorga la ley de prestar declaración en sus despachos oficiales por razón de sus cargos (presidenta de Castilla-La Mancha y senador).
El objeto de su comparecencia es responder a las acusaciones que vertió el extesorero Luis Bárcenas en la última declaración que prestó durante cinco horas ante el juez Ruz el pasado 15 de julio, tras su ingreso en prisión provisional el 27 de junio.
Ese día, Bárcenas, que previamente proporcionó los originales de la supuesta contabilidad B que reflejaría donaciones de empresarios destinados a sobresueldos a dirigentes del partido y a la financiación de campañas electorales, lanzó una batería de acusaciones de irregularidades en el PP y dio a entender que los secretarios generales conocían la existencia de esas cuentas opacas.
De De Cospedal, hacia la que Bárcenas no oculta su animadversión, dijo que se benefició, junto a Rajoy, de dos pagos en negro entre 2009 y 2010 por un total de 90.000 euros, que aseguró haberles entregado a ambos al liquidar la caja B del partido y por la devolución de una deuda del PP gallego.