Daniel Galván, el pederasta español indultado por error en Marruecos, fue detenido ayer por la Policía Nacional en un hotel de Murcia después de que el rey Mohamed VI revocara el indulto y las autoridades marroquíes dictaran una orden de detención internacional contra él.
Galván, condenado en Marruecos a 30 años de prisión por abusar de once niños de entre 2 y 14 años, y cuyo indulto ha generado una oleada de protestas en dicho país, será puesto hoy a disposición del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu.
La detención se produjo tras la entrevista telefónica que mantuvieron ayer los ministros de Justicia de España, Alberto Ruiz-Gallardón, y Marruecos, Mustafá Ramid, en la que ambos acordaron trabajar conjuntamente en la resolución de este caso.
De hecho, una delegación marroquí viaja hoy a Madrid para mantener un primer encuentro con funcionarios en el Ministerio de Justicia.
Problemas jurídicos
Los equipos ministeriales deberán resolver los problemas jurídicos bilaterales que plantea el caso, ya que en España los indultos son irrevocables
Al margen del complejo proceso judicial que ahora se abre, el embajador de España en Rabat, Alberto Navarro, confirmó que el Gobierno español había solicitado al rey Mohamed VI el traslado del pederasta a una cárcel española, pero no su indulto, algo que finalmente se produjo junto a otros 47 reos españoles.
La Embajada de España presentó al Ejecutivo marroquí dos listas, una con peticiones de indultos, para 18 presos, y otra para el traslado de 30 reclusos, pero las dos listas debieron ser mezcladas en algún momento porque el monarca indultó a todos ellos, sin excepción.
Es más, ni siquiera el propio pederasta había solicitado su indulto. Lo que Galván reclamaba era que se le practicase un peritaje médico que justificara su traslado a una prisión española para cumplir condena.