La Comisión Europea (CE) determinó ayer que los desequilibrios macroeconómicos de España son «excesivos» y subrayó la necesidad de tomar medidas como una revisión del impacto de la reforma laboral, completar «rápidamente» la reforma bancaria y reforzar las políticas activas de empleo.
El Ejecutivo comunitario, que como punto de partida de su análisis ha incluido datos de 2011, reconoció los esfuerzos ya hechos por España y que el país ha tomado medidas en diversas áreas, pero consideró que «la agenda de reformas sigue estando incompleta».
Medidas sin efecto
La CE señala que algunas de las reformas «ya adoptadas no han mostrado todos sus efectos debido a los retrasos en su aplicación».
El Ejecutivo comunitario consideró que España y Eslovenia presentan desequilibrios macroeconómicos «que pueden ser considerados excesivos», señala el análisis de la CE, que servirá de base para las recomendaciones por países que publicará el 29 de mayo.
El análisis sobre los desequilibrios macroeconómicos de la CE tiene «como punto de partida» unos indicadores económicos que datan de 2011, también recogidos en el informe sobre el mecanismo de alerta presentado en noviembre, indicó el portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios de la institución, Simon O'Connor.
Señaló también que el informe publicado ayer es un «análisis en profundidad de la situación actual de cada país, llevado a cabo muy recientemente, y que presenta hallazgos recabados durante las misiones técnicas de la Comisión en los Estados miembros afectados.
En mayo de 2012, Bruselas determinó que los desequilibrios de la economía española eran muy graves, pero no excesivos, es decir, que no llegaban a poner en riesgo el funcionamiento adecuado de la Unión Económica y Monetaria.
Cuando los desequilibrios son excesivos, la Comisión puede recomendar la apertura de un Procedimiento por Desequilibrio Excesivo a un país que, si no corrige las distorsiones, podría ser multado en última instancia con hasta el 0,1 % del PIB.
El Ejecutivo europeo consideró que la «muy elevada deuda externa e interna» del país sigue siendo un riesgo para su estabilidad financiera y el crecimiento, al tiempo que recomendó que para asegurar la sostenibilidad de sus finanzas públicas es necesario mantener los esfuerzos.