El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha negado hoy «tajantemente» que su departamento haya ordenado a la Policía como norma general prohibir los escraches a menos de 300 metros de los domicilios de políticos, ya que la distancia de seguridad dependerá de la ubicación exacta de cada vivienda.
«No se ha adoptado ninguna medida que diga que se ha establecido un perímetro de seguridad de 300 metros, eso como ministro lo desmiento», ha remarcado Fernández Díaz en los pasillos del Congreso.
El titular de Interior ha explicado que la orden dictada a la Policía es que aplique las «medidas operativas» necesarias para garantizar derechos fundamentales como la inviolabilidad del domicilio y la intimidad personal y familiar, pero ha insistido en que en ningún momento se ha marcado un perímetro concreto de seguridad porque ello sería «absurdo».