El extesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas atribuyó la fortuna de 38 millones de euros que llegó a acumular en Suiza al resultado de «una vida profesional intensa» y su saber hacer en relación con las inversiones bursátiles. «Yo no tengo la culpa de que en el 2007 la Bolsa estuviese donde estuvo. Yo no vendí, ¿eh? Y como consecuencia de eso, ahora esta donde está», afirmó.
Según consta en la transcripción de su declaración ante el juez, a la que ha tenido acceso Europa Press, Bárcenas se mostró preocupado por el impacto «mediático» de estas revelaciones y defendió que nunca movió los fondos que guardaba en el Dresdner Bank y el Lombard Odier de Ginebra (Suiza), ya que fueron evolucionando en función de la situación de los mercados bursátiles.
«Ha quedado claro, en el 2007 tenemos la mala fortuna de estar cogiendo un año donde la Bolsa está en el pico y tal, si eso lo cogemos en el 2008 después del batacazo que se pega la Bolsa, y en el 2009 peor y en el 2010 peor, en cualquier caso lo importante es que yo no muevo los fondos y no hago ninguna operación», señaló Bárcenas. En otro punto de su declaración afirmó: «Habré tenido la fortuna de acertar en las operaciones de compra-venta de títulos (...) Acertaba muchísimo».
Bárcenas reconoció que, según los saldos que las entidades bancarias le facilitaron el 31 de diciembre de 2012, contaba con 17 millones de euros en Suiza, de los cuales unos 8,3 permanecían en el LGT (antiguo Dresdner Bank) y otros 9,3 seguían en las arcas del Lombard Odier. En este sentido, detalló que para acogerse a la amnistía fiscal con la que regularizó 10,9 millones de euros tuvo que pedir prestado 1,5 millones a esta última entidad.
«Ejercicio de transparencia»
Además, justificó la creación de la sociedad Tesedul y el traspaso de fondos desde la fundación panameña Sinequanon que realizó en agosto de 2009, unos meses después de que estallara el 'caso Gürtel', como «un ejercicio de transparencia», ya que dejó de gestionar la cartera de inversores que le había confiado el empresario Patricio Bel.
«Decidí pasar la totalidad de los fondos de la Fundación a Tesedul en ambas entidades, tanto en Dresdner como en Lombard, de tal forma que se traslada la totalidad del saldo de una cuenta a la otra, íntegramente para tener perfectamente identificado que lo que queda ya en esa cuenta, son fondos míos», explicó.
Bárcenas sostuvo que «en ningún momento» tuvo la intención de ocultar su patrimonio. «Con intención de ocultarlo hubiese sido si yo hubiese cogido y hubiese ido al banco, hubiese abierto una cuenta en uno de los, como se dice en uno de los miles de escritos de este Juzgado, de los múltiples paraísos fiscales que siguen existiendo en el mundo, hubiese cogido la totalidad de fondos y me los hubiese llevado a un sitio más difícil de controlar», explicó.
En este contexto, aseguró que siempre ha defendido la legalidad de todas sus actuaciones. «La prueba de que no tenía ningún motivo de preocupación en cuanto a la licitud del origen de esos fondos es que yo no hago ninguna operación extraña con esos fondos ni pretendo ocultarlos ni llevármelos a ningún sitio remoto», añadió.
600 millones de pesetas antes de conocer a Correa
En la declaración ante el juez que protagonizó el pasado 25 de febrero, Bárcenas trató de justificar el origen de lo que denominó su «pequeña fortuna», que según detalló, alcanzaba los 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros) en 1995. «En esa fecha no conocía al señor Correa o lo acababa de conocer», señaló.
Sus primeros fondos en Suiza datan de 1988, cuando abrió una cuenta con 80 millones de pesetas (480.809 euros) en el Private Bank que provenía de su participación en una sociedad alemana llamada Innova que se dedicaba a la exportación de material deportivo a Estados Unidos y la inversión de los beneficios en «chicharros», es decir, «créditos al mercado que no variaban la cotización de los valores».
El extesorero 'popular' también aseguró que ganó otros 150 millones de pesetas (901.500 euros) con el representante de un partido de Liechtenstein que le propuso un negocio con un «producto químico que actuaba sobre terrenos», 20 millones más (120.000 euros) en inversiones bursátiles con Acción Editorial y otros 15 millones (90.000 euros) con la venta a una empresa china de los derechos de «una silla novedosa que no existía en el mercado».
También afirmó que en 1994 ganó un millón de dólares en la operación de compra del 15 por ciento de Eurobank en Puerto Rico y cerca de 1,5 millones de dólares con un grupo llamado Centenary, que se dedicaba al 'trending' en comercio internacional de materias primas fundamentalmente en Argentina.
«Marchante de arte»
A través de esta empresa conoció a Patricio Bel, cabeza visible de una cartera de inversores para los que, según dijo, gestionó 6 millones de dólares entre 2001 y 2009 que «siempre» se reinvertían en Bolsa. Según la declaración, Bárcenas cobraba un 2 por ciento de todas las inversiones que realizaba para la sociedad de Bel, con quien dijo mantener una relación basada en la «mutua confianza, la simpatía y la relación profesional».
De igual forma, justificó unos ingresos de entre 500.000 y 600.000 euros por su actividad como «marchante de obtras de arte», una actividad que dijo desarrollar «sin ninguna duda». Tras jactarse de que algunas de las obras que compró y vendió «deben de estar ahora en el museo del Prado», Bárcenas señaló que realizó operaciones con el extesorero del PP Rosendo Naseiro. «El señor Naseiro, del que yo aprendí lo poco que sé de arte en estos momentos», apuntó.