«No me he sentado en mi vida en primera clase». Así de tajante es la joven del PSOE Beatriz Talegón, famosa estos días por abroncar a los dirigentes de la Internacional Socialista (IS) y cuya dimisión han pedido algunos compañeros que la acusan de cobrar un «elevado salario» y de viajar en «business».
En una entrevista con Efe, Talegón ha rebatido las críticas que ha recibido de dos dirigentes provinciales de Juventudes Socialistas y ha justificado la intervención que realizó el pasado 5 en Cascais (Portugal) y que la ha convertido en una «heroína» en las redes sociales.
Y es que Talegón -secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas- dejó boquiabiertos con su regañina a muchos de los asistentes al Consejo de la IS, celebrado en un lujoso hotel de esta localidad portuguesa con delegados de un centenar de partidos de todo el mundo.
Criticó por ejemplo que el encuentro fuera en un hotel de cinco estrellas y que los asistentes llegaran en coches de lujo, y lanzó una exigencia: «Os exigimos de una vez por todas que la Internacional tenga sentido, no hagáis que los jóvenes nos avergoncemos».
«Estamos aquí comprometidos con vosotros, los mal llamados líderes, porque sois los responsables de lo que esta pasando (...) Estamos pagando las consecuencias de vuestra falta de acción o de vuestra acción», proclamó.
Aunque sus palabras han sido aplaudidas por casi todos los socialistas de todas las edades, los secretarios provinciales de los jóvenes del PSOE de Guadalajara y Mallorca y otro militante de la organización juvenil han pedido su dimisión por considerar que ella «no es la persona adecuada para lanzar este mensaje».
Su «gran salario», alegan, está «muy por encima de las posibilidades de cualquier joven en el mundo». Ningún joven puede tampoco «viajar en business y cobrar por ello, ostentando un cargo internacional y antes europeo».
Talegón ha lamentado que esos compañeros suyos hayan ido más allá de las críticas para entrar en «ataques personales» que «además no son ciertos» y ha aclarado que nunca ha viajado en primera clase y que su salario no es ni mucho menos tan alto como aseguran, ya que, según ha dicho, cobra 1.500 euros después de impuestos.
Se defiende asimismo esgrimiendo su currículum, en el que consta que habla tres idiomas y que lleva trabajando desde los 16 años, incluso en la empresa privada, así como de concejala en Cabanillas del Campo (Guadalajara) o como asesora de la Oficina de la Junta de Comunidades en Bruselas.
«Me da pena la gente que tergiversa los hechos de una forma tan fea intentando atacar a un compañero, sobre todo cuando me resulta tan fácil rebatirlo», ha zanjado.
En cuanto a su discurso en Cascais, ha explicado que su propósito era «remover conciencias» y trasladar ante el Consejo de la IS un mensaje que «está en la calle».
Convencida de que esa bronca «ha surtido efecto», Talegón ha indicado que ese mismo día los dirigentes de la Internacional Socialista ya se sentaron con los jóvenes para escuchar sus propuestas y sus quejas.
«De momento la cosa va bien. Ahora tenemos que ponernos a trabajar en serio», ha resumido.
A su entender, la situación de la IS es distinta a la del PSOE, donde ella asegura haberse sentido siempre escuchada. De hecho, ha apostillado que si tiene esa «capacidad para expresarse» es precisamente porque ha tenido facilidades para hacerlo dentro de su organización.
También ha opinado sobre el desapego creciente de la ciudadanía hacia los políticos y ha advertido del riesgo de que finalmente la abstención sea tan alta que «se acabe dejando el poder democrático en manos de cuatro».
Los líderes actuales, en su opinión, están más pendientes de los enfrentamientos políticos entre ellos que de mostrarse coherentes con las ideas y los valores que preconizan.
Una situación que también se da en el seno del PSOE, ha reconocido, si bien ha matizado que hay «muchísimas personas» dentro de su partido que trabajan mucho, aunque no siempre se logra transmitir bien ese mensaje y no siempre se reciben bien los mensajes de los ciudadanos.