Recuperar alimentos olvidados como las patatas o legumbres, recurrir a los productos de temporada, una buena planificación y comparar precios son algunas pautas para hacer una compra inteligente y que cubra las necesidades alimenticias de una familia que sólo sobreviva con la ayuda de los 400 euros al mes.
Ahora mismo hay en España cerca de 270.000 familias que dependen única y exclusivamente de esta ayuda estatal para salir adelante, según datos de Ministerio de Trabajo.
Cuatro años consecutivos de crisis -marcados por recortes, más impuestos y cifras de paro sin precedentes-, no han dejado indemnes a los hogares españoles, que han reducido gastos incluso en conceptos básicos como la alimentación; en 2012 esa partida ascendió a 6.675,81 euros por familia, un 1,9 % menos que un año antes y un 6 % menos respecto que en 2008, antes de la crisis.
Cómo diseñar el menú
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierten del riesgo para la nutrición que supone este ahorro en la cesta de la compra si no se hace de forma inteligente y racional, por lo que aconsejan planificar de antemano las comidas y cenas de la semana y elaborar la lista de la compra en base a ese menú.
«La lista de toda la vida no sólo es una manera de ahorrar dinero al evitar comprar de más o por impulso, sino también de tiempo», subrayó la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu.
Para diseñar estos menús, el médico de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) Juan Ramón Sanz -acostumbrado a dar de comer a familias en situación de necesidad,- aconseja seguir unas pautas de nutrición básicas como cinco raciones diarias de frutas y verduras, comer pescado cuatro veces por semana y no olvidar las legumbres, que «están en la base de la dieta mediterránea».
«La gente ha dejado de comer patatas y legumbres, y no lo entiendo porque son muy nutritivas, ricas en proteína vegetal, además de baratas», afirma Sanz.
Lentejas y sardinas
Por ejemplo, una familia de cuatro miembros puede comer legumbre tres veces por semana con un kilo de lentejas cuyo precio no llega al euro.
Consciente de que en momentos de apuro económico el pescado es uno de los alimentos que más encarecen el ticket de la compra, propone recurrir a variedades más económicas como sardina, bacaladilla, gallo, caballa o jurel, «ricas en ácidos Omega 3 y Omega 6».
«Si el presupuesto es muy limitado, el pescado congelado o en conserva es una alternativa perfectamente válida desde el punto de vista nutricional y más baratas para dos de las cuatro raciones recomendadas por semana», apunta el médico.
En cuanto a las raciones de carne, pollo, pavo y conejo son opciones asequibles, ricas en nutrientes y con bajo contenido en grasas. Aunque parezca obvio, en la frutería hay que decantarse por el producto de temporada; más barato y saludable.