Las cuatro grandes entidades que han estado o están en manos del Estado —Banco CAM, NCG Banco, Bankia y CatalunyaCaixa— vendieron el año pasado casi 40.000 activos inmobiliarios por importe de más de 5.000 millones de euros, y con descuentos que llegaron al 60 %.
La persistencia de la crisis y las nuevas necesidades de capital contenidas en los dos decretos de saneamiento del sector financiero aprobados por el Ejecutivo en 2012 han sido dos de las razones que han hecho que las entidades aceleren las ventas.
También ha influido la creación de la Sareb o ‘banco malo', que ya está en marcha y cuya función será gestionar los activos inmobiliarios que quedan, previsiblemente con unos descuentos todavía mayores que los mencionados, por lo que las entidades se han empleado a fondo en deshacerse de estos inmuebles.
Los bancos utilizaron también como reclamo para vender pisos y otros activos factores coyunturales como el final de la desgravación por la compra de primera vivienda, el 31 de diciembre de 2012 o el aumento del IVA del 4 al 10 % en 2013.
Casi todas las entidades notaron un incremento de las ventas en el último trimestre del año para aprovechar la desgravación fiscal por adquisición de vivienda, que terminó el 1 de enero de 2013.