El pleno del Parlament ha aprobado, con 85 votos de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, una declaración que define a Cataluña como «sujeto político y jurídico soberano» y acuerda iniciar un proceso para hacer efectivo el «derecho a decidir» o derecho de autodeterminación a través de una consulta.
La declaración ha sido rechazada por 41 parlamentarios del PSC -cinco de sus diputados, adscritos al llamado sector catalanista, han roto la disciplina de voto al ausentarse de la votación- PPC y Ciutadans por contravenir la legalidad, mientras que dos de los tres diputados de la CUP se han abstenido.
Los diecisiete representantes del PPC -dos no han podido acudir al pleno por enfermedad- se han levantado de sus escaños y han abandonado rápidamente el pleno como protesta tras la votación.
La declaración de soberanía ha contado así con el apoyo del 63 % de diputados de la cámara catalana, mientras que el Estatut de Autonomía, votado en 2005, obtuvo 100 votos favorables de los 135 posibles, lo que representó un 88 % de la cámara.
En la parte dispositiva de la denominada «Declaración de soberanía y el derecho a decidir del pueblo de Cataluña», el Parlament acuerda «iniciar el proceso para hacer efectivo el ejercicio del derecho a decidir para que los ciudadanos y las ciudadanas de Cataluña puedan decidir su futuro político colectivo».
Se refiere en ese contexto a una serie de principios, entre los que destaca que la cámara catalana dispone que «el pueblo de Cataluña tiene, por razones de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico» y afirma que el ejercicio del derecho a decidir será «escrupulosamente democrático».
En un apartado denominado «Transparencia», el Parlament ha aprobado «facilitar todas las herramientas necesarias para que el conjunto de la población y la sociedad catalana tenga la información y el conocimiento preciso para ejercer el derecho a decidir y se promueva su participación en el proceso».
Asimismo, se asume el compromiso de que «se dialogará y se negociará con el Estado español, las instituciones europeas y el conjunto de la comunidad internacional».
«Se utilizarán todos los marcos legales existentes para hacer efectivo el fortalecimiento democrático y el ejercicio del derecho a decidir», reza la declaración, que también sitúa al Parlament como «la institución que representa el pueblo de Cataluña el papel principal en este proceso y por tanto -dice- se deberán acordar y concretar los mecanismos y las dinámicas de trabajo que garantizan este principio».
La declaración soberanista concluye con una llamada a los ciudadanos a ser «activos y protagonistas de este proceso democrático de ejercicio del derecho a decidir del pueblo de Cataluña».
En el preámbulo, la declaración aprobada apunta que la fórmula para «determinar libre y democráticamente» el futuro colectivo de Cataluña es a través de una consulta a los ciudadanos catalanes.