David ha aprobado hoy el examen práctico de conducir. Begoña lo ha suspendido. Cara y cruz del primer día de la nueva prueba que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha y a la que hoy se han sometido unos 2.000 alumnos en toda España, de los que aprobarán cerca de la mitad. Como hasta ahora.
A David le ha parecido «muy fácil» porque ha acudido al centro de exámenes de Madrid «muy preparado», según ha confesado, aunque todavía no se podía creer que hubiera aprobado.
Sin embargo, a Begoña le han traicionado los nervios y ha cometido más de un error, como posicionarse mal en un stop, circular a 80 kilómetros por hora en una zona de obras limitada a 60 o no facilitar la incorporación de otro vehículo. Eso sí, ha respondido perfectamente cuando el examinador le ha preguntado por la fecha en la que debía pasar la ITV.
De los 800 aspirantes que durante esta jornada acudirán a examinarse a ese centro, ubicado en Móstoles, alrededor de la mitad serán aptos para conducir. Esta es aproximadamente la proporción media de aprobados diarios, que previsiblemente no variará con la nueva prueba, según fuentes de la DGT.
Muestra de ello es que el examinador Juan Ignacio Serena ha aprobado a tres de los cinco aspirantes a los que ha sometido a la nueva prueba práctica.
Decenas de coches de autoescuela ocupados por cientos de aspirantes han ido llegando durante toda la mañana al recinto de Móstoles, donde se ha concentrado un importante número de medios de comunicación ante la sorpresa de los futuros conductores.
Uno de ellos, Francisco, explicaba a Efe cómo iba a ser su examen. Primero, le pedirían algunas comprobaciones prácticas, como señalar dónde se encuentran algunos depósitos o cómo poner los antinieblas y después, ya dentro del coche, tendría que conducir de forma autónoma durante diez minutos con la simple indicación del lugar adonde dirigirse.
Durante diez minutos más, Francisco tendría que manejar el vehículo ya de forma guiada, es decir, con las indicaciones del examinador, como se ha hecho hasta ahora.
Francisco no lo ve «complicado», cree que en la autoescuela le han preparado bien para esta nueva prueba y ve «positiva» la reforma porque «se tienen más conocimientos de qué es el coche y de conducir», dice muy tranquilo mientras espera su turno e ilusionado porque dos de sus compañeros de autoescuela de Vallecas han aprobado.
Más difícil lo tendrá un alumno de otra autoescuela, que no ha podido responder qué tipo de aceite tendría que ponerle al coche si el nivel estuviera bajo. Tras unos largos segundos, el aspirante ha reconocido que no lo sabía y el examinador ha cerrado el capó.
Algunos aspirantes han confesado su nerviosismo, pero todos han reconocido, a cámara y fuera de ella, que en la autoescuela les han preparado bien.
De ello da fe Juan Ignacio, que tras siete años examinando, también ve «bastante positivo» este cambio y considera que tanto las escuelas como los alumnos lo «han interiorizado bien».
¿Qué les pregunta Juan Ignacio a los aspirantes? Pues por ejemplo, según explica, por la localización de la varilla del aceite, la comprobación del líquido refrigerante o el estado de los neumáticos.
A los aspirantes, reconoce este examinador, les resulta más fácil esta parte de la prueba que la de conducción autónoma porque «no conocen la zona» y les cuesta más cuando Juan Ignacio les da simplemente estas indicaciones: «Vaya en dirección Navalcarnero; tome la M-50 y diríjase después a La Coruña; o vamos al hospital de Alcorcón».
No cree el presidente de las autoescuelas de la Comunidad de Madrid, Felipe Cogolludo, que los aspirantes deban preocuparse o asustarse. Y les aconseja que sean «hábiles y espabilados» para decidir el mejor itinerario en la conducción autónoma.
Cogolludo, cuya asociación ha formado ya a 200 profesores, asegura que el alumno no tendrá dificultad alguna en aprobar con este nuevo examen y lo único que tiene que hacer es ser «responsable» para una conducción «segura».
Desde la DGT, Marta Carrera, jefa de la unidad de Educación y Formación Vial, ha dejado claro que el objetivo de la nueva prueba, que «no es más difícil» que la anterior, es que los conductores estén mejor formados y desde el primer momento sepan manejarse con su vehículo y adaptar su manejo a las circunstancias del tráfico.