El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, han rubricado este miércoles el pacto de gobernabilidad por el cual Cataluña celebrará una consulta de autodeterminación en 2014. Mas ha asegurado que la consulta tiene adversarios «poderosos» que actúan sin «escrúpulos» y Junqueras ha destacado la «oportunidad extraordinaria» de Cataluña en 2014.
El acto ha tenido lugar en el auditorio del Parlamento catalán, con una bandera catalana y una europea. En uno de los lados de la sala se encontraban diputados y dirigentes de CDC y UDC, y en el otro de ERC. Sobre las 13.15 horas de este miércoles, Mas y Junqueras han firmado las páginas del acuerdo y se han felicitaban estrechándose las manos, con el aplauso unánime de los presentes.
En las filas de CiU, han acudido miembros del núcleo duro de la dirección de CDC, como Oriol Pujol Ferrussola y Jordi Turull; el portavoz del Ejecutivo en funciones y uno de los más estrechos colaboradores de Mas, Francesc Homs, y consejeros en funciones, como Joana Ortega (Vicepresidencia), Andreu Mas-Colell (Economía y Conocimiento), Irene Rigau (Enseñanza), Felip Puig (Interior) y Josep Lluís Cleries (Bienestar Social y Familia).
Entre las filas de ERC, han acudido la 'número 2', Marta Rovira; buena parte de sus diputados -Anna Simó, Marc Sanglas, Jordi Solé, Marta Vilalta, Oriol Amorós, Pere Aragonès y Gemma Calvet, entre otros-, el presidente del grupo de UxB en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, y exdirigentes del partido en la época del tripartito, como el exconsejero Xavier Vendrell.
También estaban la presidenta del Parlamento, la democristiana Nuria de Gispert, dirigentes de UDC como Marta Llorens y Ramón Espadaler, y también diputados como el alcalde de Figueres, Santi Vila; el de Girona, Carles Puigdemont, Antoni CastellÃñ, Neus Munté y el exconsejero Antoni Fernández Teixidó.
Adversarios «poderosos» que «actúan sin escrúpulos»
Desde el lugar de la rúbrica, Mas ha advertido de que el camino que se abre en Cataluña ilusiona pero será difícil, puesto que habrá adversarios «poderosos, y actúan sin muchos escrúpulos».
A quienes se oponen a la consulta, les ha dicho que no pueden negar los derechos de Cataluña aunque deben asumir que sus planteamientos no son los mayoritarios entre la sociedad catalana, y ha añadido que «forma parte de la democracia el respeto a las minorías, y lo vamos a tener».
La consulta permitirá respeto a la voluntad popular «que quiere hacer un camino de soberanía», que se expresó en las urnas el 25 de noviembre, y de cuyo resultado electoral salió CiU como primera fuerza en escaños -aunque perdiendo diputados- y ERC como segunda -ganando diputados-.
Para Mas, el mandato de la ciudadanía es «muy claro e inequívoco», y el acuerdo prueba que la federación nacionalista y los republicanos lo han entendido y lo han puesto en práctica.
También ha asegurado que CiU y ERC irán «de la mano» en este camino y que permitirá no sólo la consulta de autodeterminación, sino hacer frente a una recesión económica que afecta directamente a las finanzas públicas.
A la lucha contra la crisis, el acuerdo añade una «operación política, la operación nacional de mayor envergadura de los últimos tres siglos», con el propósito de que en esta legislatura se dé la vuelta a la situación actual en términos económicos y de autogobierno.
Según Mas, el acuerdo da garantías de que se puede agotar la legislatura y de que la estabilidad del Gobierno catalán queda bien anclada, por lo que el equipo de gobierno, pese a estar en minoría, podrá «afrontar esta etapa difícil y compleja, desafiante y apasionante».
Antes de la rúbrica, el secretario general de CiU y líder de la facción democristiana de la federación, Josep Antoni Duran i Lleida, ha matizado, respecto a la consulta, que sólo se celebrará si es legal, y eso implica, según la legislación vigente, permiso del Gobierno central. «La consulta en cualquiera de los casos va a ser legal. La consulta es legal o no es consulta», ha apostillado en los pasillos del Congreso de los Diputados.
Asimismo, ha rechazado la imagen de que los independentistas se ERC han doblegado a los nacionalistas en la negociación. En su opinión, la recuperación del impuesto de patrimonio era obligada dada la situación de las arcas de la Generalitat y el resto de figuras impositivas «están escritas con carácter de temporalidad».
Junquera defiende la consulta
Por su parte, Junquera ha defendido la consulta argumentando que las mejores herramientas a las que puede aspirar Cataluña para afrontar la crisis con más garantías son «las herramientas propias de un Estado».
Por ello, ha invitado al resto de partidos catalanes partidarios del derecho a decidir y a las asociaciones en representación de la sociedad civil a sumarse al proceso por el cual Cataluña debe organizar la consulta en dos años y enfrentarse a la crisis.
Aparte de CiU y ERC, Junqueras ha precisado que cuenta para este proceso con ICV-EUiA, CUP, CC.OO., UGT, las patronales Cecot y Pimec, y entidades como Òmnium Cultural, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y la Asociación de Municipios Independentistas (AMI).
Con esta apelación a otros partidos y a la sociedad civil, el presidente de ERC ha respondido a aquellos que acusan a CiU y a su partido de monopolizar el derecho a decidir, y ha sentenciado que la consulta solo será una realidad «con el compromiso de una amplia mayoría».
El líder republicano, en su discurso tras la firma, ha explicado que cuenta con toda la sociedad porque los retos políticos, económicos y sociales a los que se debe enfrentar Cataluña en los próximos meses son «gigantescos» y necesitan la colaboración de todos.
Asimismo, ha defendido que la mejor manera de encarar el futuro es que los ciudadanos puedan decidir «democráticamente» si quieren un Estado, algo que ha llevado a CiU y ERC a pactar una consulta que solo podría ser prorrogable con el visto bueno de las dos partes, ha recordado.
Por último, Junqueras ha tenido un guiño para los ciudadanos, pero también para los empresarios, a los que ha dicho que la constitución de un Estado también es la mejor manera de que Cataluña busque soluciones «a las dificultades del mundo empresarial».