El golpe asestado anoche por la agencia de calificación Standard & Poor's al rebajar la nota de España casi al nivel de «bono basura», apenas si hizo mella en el mercado de deuda ni en la bolsa, que cerró con ganancias.
Al cierre, el parqué español subió un 0,87 %, hasta los 7.734,70 puntos, en parte debido al impulso recibido desde la bolsa de Wall Street, que abrió al alza animada por los últimos dados de las peticiones de subsidio por desempleo.
Con esta ganancia, las pérdidas anuales del IBEX 35 -el principal indicador de la bolsa española- se han reducido hasta el 9,71 %.
Por su parte la prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se ha reducido hoy en 15 puntos básicos hasta cerrar en los 426, justo el efecto contrario que cabría esperar tras la rebaja de S&P.
La reducción de la prima de riesgo española se debe a que el rendimiento del bono nacional a diez años ha caído hasta el 5,762 % desde el 5,86 % del inicio de la sesión, mientras que el de su homólogo alemán se ha elevado hasta el 1,502 %.
La pasada noche, la agencia de medición de riegos S&P anunciaba su decisión de rebajar la calificación de la deuda española hasta casi el «bono basura». En concreto, bajó la nota de la deuda de España en dos escalones, de «BBB+ a BBB-», y la puso en perspectiva negativa.
Una decisión que ha argumentado con el agravamiento de la crisis económica, la subida del desempleo y los recortes incluidos en los presupuestos generales del Estado, que -según aseguró- «pueden contribuir a un aumento de las fricciones» entre el Gobierno central y los regionales.
Las reacciones del Gobierno no se hicieron esperar. Para la vicepresidenta, Soraya Sáenz Santamaría, dicha rebaja no se corresponde con la percepción actual que los mercados tienen de la economía española.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha señalado que el informe de la agencia «no coincide con lo que dicen los mercados sobre la deuda española y cómo nos financiamos» y ha explicado que en muchos de estos documentos no se tiene en cuenta las reformas adoptadas por el Gobierno en julio relativas a gastos e ingresos.
El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, por su parte, ha explicado que al Gobierno le ha sorprendido la decisión de Standard & Poor's, y que espera que la reconsidere una vez se vayan cumpliendo los objetivos marcados.
«Nos ha sorprendido, no esperábamos este cambio», ha señalado Jiménez Latorre, que ha dicho que el Ejecutivo no está de acuerdo en algunos de los criterios utilizados por la agencia para rebajar la calificación de España.
Así, según Jiménez Latorre, el Gobierno no está de acuerdo en que, tal y como apunta la agencia, las tensiones presupuestarias y la próxima celebración de tres elecciones regionales hagan aumentar las tensiones entre el Gobierno central y los autonómicos, lo que, en opinión de S&P, «probablemente limitará las opciones políticas del Gobierno central».
Según ha explicado el secretario de Estado de Economía, este aspecto no va a incidir en las reformas estructurales que tiene en marcha el Gobierno ni tampoco en el proceso de consolidación de las cuentas publicas.
«La voluntad del Gobierno de continuar con las reformas y corrigiendo la desviación del déficit es absoluta», ha afirmado Jiménez Latorre, que se ha mostrado confiado en que «la agencia pueda reconsiderar la calidad de la deuda pública española, una vez se vayan cumpliendo los objetivos marcados.
En este sentido, y preguntado por una posible rebaja de otra agencia, en referencia a Moody's, Jiménez Latorre ha asegurado que de momento «no hay nada sobre la mesa».