La deuda pública aumentará del 85,3% al cierre de 2012 al 90,5% del PIB un año después por las nuevas necesidades financieras y la refinanciación de vencimientos, así como por el impacto de instrumentos como el Fondo de Pago a Proveedores o el crédito para la recapitalización de la banca.
Esta cifra es más de ocho puntos porcentuales superior a la previsión anterior del Gobierno, que apuntaba a una ratio de deuda sobre el PIB del 82,3% para el próximo año.
En el caso de la deuda de la Administración central, se espera que se sitúe en el 70,2% en 2013, frente al 66,1% en 2012.
Por otro lado, el Gobierno señala que «la posibilidad de que el BCE compre deuda española, parece que mejorará las condiciones de emisión y supondrá una contención en el crecimiento del coste de la deuda en 2013.
Si bien, indica que si al repunte del coste de refinanciación se añade el incremento de la deuda en circulación, se producirá un aumento del peso de los intereses de la deuda sobre el PIB.
Así, estima que en términos de caja los pagos por intereses ascenderán a 38.589,55 millones, lo que supone el 3,63% del PIB. En términos de contabilidad nacional, estos gastos se sitúan en 36.460 millones, el 3,43% del PIB.
Emisiones brutas de hasta 207.173 millones
El proyecto de Ley de Presupuestos para este año prevé ante estas circunstancias la emisión bruta de 207.173 millones de euros, de los que 48.020 millones, un 30% más que en 2012, corresponderán a las necesidades de financiación neta, una vez incluidas las obligaciones contraídas con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), por importe de 3.809 millones.
Esta emisión neta se obtendrá en una proporción aproximada del 41,4% en letras y un 51% en bonos y obligaciones. El resto de deudas en euros y en divisas aportarán una financiación neta positiva de un 7,6%, si se emite deuda en divisas.
Como alternativa, se contempla la posibilidad de realizar una emisión de hasta 6.000 millones en otras deudas y divisas, por si surgieran oportunidades de financiación en mercados distintos al euro.
Al mismo tiempo, las amortizaciones de deuda del Estado para este año se estiman en unos 159.153 millones de euros, un 3,8% más que en 2012, pero dependerá de las emisiones de letras que se realicen en los meses que restan de 2012 con vencimiento en 2013.
La cifra es la resultante de las amortizaciones previstas de letras (96.800 millones), bonos y obligaciones (60.000 millones) y deuda en divisas y otras deudas (2.353 millones).
La suma de las necesidades netas de financiación y de las amortizaciones de deuda, dan lugar a esos 207.173 millones de euros que el Tesoro Público prevé emitir a lo largo de 2013.
Se espera aumentar la deuda a corto plazo
El Gobierno prevé para el próximo año que la cartera de deuda del Estado en circulación aumente la participación de la deuda a corto plazo (letras del Tesoro), en detrimento de instrumentos más largos, como bonos y obligaciones, «ya que los inversores muestran preferencia por los plazos más cortos».
Además, en el apartado del resto de otras deudas se produce un aumento de su participación en el total, hasta el 5,7% del total de la deuda en circulación, debido al impacto del préstamo para la recapitalización del sistema financiero con la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera.
A la fecha de redacción del proyecto de Ley, el montante total del préstamo europeo para recapitalizar la banca estaba calculado en 30.000 millones, si bien el Gobierno espera hacer uso de unos 40.000 millones tras conocer los resultados de los test de estrés de Oliver Wyman.
Por otro lado, la vida media de la cartera de deuda del Estado descenderá desde el cierre estimado para 2012, de 6,25 años, debido a que la emisión de instrumentos a largo plazo será «sensiblemente menor» en 2013. Así, se prevé una vida media de esta deuda de entre 5,7 y 5,9 años.