La canciller alemana, Angela Merkel, ratificó ayer su respaldo al programa de ajustes y reformas del Gobierno de Mariano Rajoy, quien rehusó pronunciarse sobre la petición de ayuda financiera europea y reivindicó la autonomía de su Gobierno y de los pasos que está dando.
En rueda de prensa conjunta, Merkel aseguró que no ha viajado a Madrid a decirle a Rajoy «qué reformas tiene que hacer España» y mostró su «profundo respeto» y confianza en las medidas de ajuste y las reformas estructurales llevadas a cabo, «profundamente convencida» de que «la senda emprendida es correcta» aunque los frutos tarden en llegar.
Un continente serio
«Creo que todos tenemos que entender que ningún país quiere imponer algo difícil a otro porque sí», «no se trata de complicar la vida a los demás», añadió Merkel antes de explicar que el objetivo de todos es que, dentro de veinte años, Europa sea un continente que el resto del mundo tome en serio.
En la misma línea, Rajoy manifestó que, al margen de atender las recomendaciones que la UE acordó en julio, él está adoptando las iniciativas que cree que son necesarias para la recuperación económica y la creación de empleo y garantizó que no se ha comprometido a nada nuevo, ni nadie se lo ha planteado.
«Nadie le plantea a un aliado o a un socio las reformas que tiene que hacer», afirmó.
El Gobierno seguirá con las reformas, pero Rajoy garantizó ayer que no tiene «ninguna intención de cambiar el estatus quo» del sistema de pensiones «en este momento».
Durante el almuerzo de trabajo que compartieron, Rajoy detalló su programa y subrayó que «España ha demostrado determinación y responsabilidad» con la UE al aplicar una «profunda» estrategia de consolidación fiscal y una agenda de reformas «audaz y sin parangón».
Tras escucharle, Merkel insistió en que se está haciendo lo correcto, también en las comunidades autónomas, ya que las reformas deben aplicarse a todos los niveles.
Merkel ha reiterado también su compromiso con el euro y ha apostado por seguir avanzado hacia la unión bancaria y fiscal.