Investigadores de las universidades de Adelaida (Australia) y Colorado (Estados Unidos) han descubierto la manera de bloquear el mecanismo que provoca la adicción a opiáceos como la morfina o la heroína manteniendo intactos sus efectos calmantes.
Así se desprende de los resultados de un estudio publicado en la revista Journal of Neuroscience, que podrían conducir a la síntesis de una nueva droga para pacientes que sufren de dolores severos, así como ayudar a los heroinómanos a luchar contra el hábito.
«Nuestros estudios señalan que podemos bloquear la adicción a través del sistema inmunitario del cerebro, sin afectar sus otras conexiones», ha afirma el director del estudio, Mark Hutchinson, en declaraciones a la BBC.
Los resultados del estudio ayudan a entender mejor los mecanismos por los cuales algunas sustancias crean adicciones y otras no.
Otra de las autoras, la profesora Linda Watkins, del Centro de Neurociencia de la Universidad de Colorado, señala que «este estudio cambia de forma fundamental nuestra forma de entender los opiáceos, así como los mecanismos de recompensa y de adicción. Así, celebra que durante años han sospechado que el TLR4 (un inmuno-receptor) era la clave para bloquear la adicción y ahora tienen la prueba.
Los investigadores han centrado sus esfuerzos en este inmuno-receptor, que al unirse con los opiáceos aumenta sus efectos. La clave está en una sustancia llamada naloxone, que combinada con la morfina podría resultar altamente útil. «El naloxone acaba automáticamente con la adicción», afirma Hutchinson.
En concreto, el naxolone evita la producción de dopamina, la responsable del ‘subidón'. «Acaba con la necesidad de tomar opiáceos y con los comportamientos asociados con la adicción, y la neuroquímica del cerebro cambia. La dopamina, que es químicamente importante para conseguir esa sensación de ‘recompensa' de la droga, deja de producirse».