La prima de riesgo bajó ayer de los 500 puntos básicos por primera vez desde el pasado 4 de julio y se colocó en 499,79 puntos básicos al cierre de la sesión, gracias a la avidez compradora de los inversores ante la posibilidad de un rescate para España.
Ese interés comprador provocó que la rentabilidad del bono español a 10 años pasara del 6,642% al 6,524% al finalizar la jornada.
Por su parte, los títulos alemanes a 10 años rompieron la escalada alcista de los últimos días, pero bajaron su rendimiento en menor medida que los españoles (del 1,563% hasta el 1,53%), lo que favoreció el estrechamiento del diferencial por cuarta jornada consecutiva.
«Los inversores se han animado por los renovados rumores de que España podrá comprar deuda pública con el sobrante de la ayuda de 100.000 millones de euros aprobada por Europa para recapitalizar el sistema financiero nacional», dijo el subdirector del área de Deuda Pública de Ahorro Corporación, Javier Casal.
En el trasfondo, «el mercado sigue descontando la petición de rescate de España, lo que hace que los inversores se quieran anticipar con la compra de bonos españoles ante las expectativas de subidas de precios», resume un experto de Cortal Consors BNP Paribas.
Pese a la notoriedad de la bajada de los bonos españoles a 10 años, las operaciones se centraron en mayor medida en los títulos a dos años, cuya rentabilidad cayó hasta el 3,986% en comparación con el 4,138% de ayer.
Esa bajada es la reacción al aviso que lanzó hace semanas el Banco Central Europeo (BCE), que señaló que cualquier intervención tras un rescate de España se centraría en los bonos a corto plazo.