Mariano Rajoy se ha convertido en el cuarto presidente de la Democracia española en escoger el Parque Nacional de Doñana, Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera, para pasar unos días de descanso junto a su familia, después de que Felipe González iniciara esta práctica.
Pese a que, al inicio de sus vacaciones, no estaba claro si se desplazaría a Doñana o no, lo cierto es que Rajoy, después de que ayer mismo por la mañana despejara la incógnita en una comparecencia pública en Palma de Mallorca, descansa desde anoche en el Palacio de Las Marismillas, ubicado en Almonte (Huelva), donde pasará unos días antes de reincorporarse a su actividad al frente del Ejecutivo.
Este Palacio, de titularidad estatal y uso protocolario, y las cerca de 10.500 hectáreas de terreno que tiene asociadas, así como la cercana playa atlántica virgen, son desde la época de González uno de los parajes favoritos de los jefes de Gobierno españoles para descansar, no sólo durante el verano, sino en períodos como Navidad o Semana Santa.
Sus antecesores José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar también hicieron uso de él, aunque el socialista Felipe González, que ha sido el presidente del Gobierno que más desplazamientos ha hecho al parque, se hospedaba en el edificio de la Estación Biológica.
Líderes mundiales han visitado el espacio protegido de la mano de González, que invitó al Jefe de Estado alemán Helmut Kohl y al francés Francois Mitterrand, y de José María Aznar, quien acogió a otros mandatarios como el entonces primer ministro británico Tony Blair, el marroquí Abderraman Yusufi o los presidentes mexicano Vicente Fox y el colombiano Alvaro Uribe.