Los inmigrantes en situación irregular que sean enfermos crónicos serán atendidos por el Sistema Nacional de Salud siempre y cuando el médico considere que se trata de una urgencia o que el no recibir el tratamiento correspondiente supondría un riesgo vital para su salud. Así lo ha asegurado el director general de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Agustín Moreno, en declaraciones a «RNE», donde ha precisado que ese tratamiento, en esas circunstancias, será financiado por el país de origen del inmigrante, si existe un convenio de colaboración bilateral en este sentido, ya que se le trasladará la factura correspondiente.
No obstante, aunque no exista convenio bilateral con el país de origen del paciente, será atendido si el médico considera que supone un riesgo vital para su salud y después se determinará quién es el que financia esa asistencia o tratamiento.
Situación del médico
Cuando se presente esa situación, según Moreno, el médico «no se va a fijar si hay un convenio de colaboración y bilateral» con el país del enfermo, sino que se fijará es «si es vital y urgente, si hay que tratar a ese paciente». «Es lo que se va a hacer, lo que el médico considere que tiene que hacer como urgencia vital. El tema administrativo no lo lleva el clínico, que si considera que un paciente tiene una urgencia no se pone a preguntar si tiene convenio o cartilla o no», ha concluido.
El portavoz de IU en la Comisión de Sanidad del Congreso, Gaspar Llamazares, ha calificado «de náusea y estupidez» que el Gobierno pretenda que la atención a los inmigrantes irregulares con enfermedad crónica sea cobrada en sus países de origen.