Militares, policías y partidarios del presidente boliviano, Evo Morales, tomaron hoy las oficinas de la filial de Red Eléctrica Española (REE) en Cochabamba, luego de que el mandatario decidiera expropiar las acciones de la empresa en la Transportadora de Electricidad (TDE).
Canales de televisión mostraron a decenas de efectivos militares y policiales que custodiaban el edificio central de TDE en esa ciudad del centro de Bolivia, como lo ordenó el mandatario.
Además, decenas de personas leales a Morales se apostaron a las puertas de la empresa con banderas bolivianas y wiphalas, la multicolor enseña ajedrezada que identifica a las etnias indígenas del altiplano, aguardando la llegada de Morales a Cochabamba.
El mandatario afirmó que la nacionalización de la TDE es un «justo homenaje a los trabajadores y al pueblo boliviano, que ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos», en un acto del Día del Trabajo en el Palacio de Gobierno de La Paz, donde presentó el decreto de expropiación.
Morales hizo el anuncio pocas horas antes de inaugurar con el presidente de la petrolera española Repsol, Antonio Brufau, la segunda planta procesadora de gas del campo Margarita, en el sur de Bolivia, lo que permitirá aumentar las exportaciones a Argentina.
El decreto establece la «nacionalización» de «la totalidad de las acciones que conforman el paquete accionario que posee la sociedad Red Eléctrica Internacional-SAU», filial de REE, e instruye su registro a nombre de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), estatal.
Morales justificó la expropiación asegurando que la española y su predecesora, Unión Fenosa, «en 16 años apenas ha invertido 81 millones de dólares, una inversión en término medio de cinco millones al año», que consideró insuficiente.
La eléctrica española adquirió el 99,94 % de las acciones de la TDE en 2002, mientras que el 0,06 % restante está en manos de los trabajadores de la firma boliviana.
La TDE es propietaria y operadora del Sistema Interconectado Nacional boliviano de electricidad, que atiende el 85 % del mercado nacional y posee el 73 % de las líneas de transmisión en Bolivia.
Morales expropió en 2010 las acciones de cuatro empresas generadoras de electricidad, incluidas dos filiales de la francesa GDF Suez y la británica Rurelec, que inició un arbitraje a Bolivia en la Corte de La Haya por esa medida.
El mandatario ha nacionalizado, expropiado o revertido al Estado cerca de veinte empresas de hidrocarburos, cementos, minas, además de las eléctricas, entre otras, desde que llegó al poder en 2006.