Como represalia por la nacionalización de la filial de Repsol, el Gobierno ha presentado una orden ministerial para asignar cuotas de producción de biodiésel en las plantas españolas, lo que limitará la entrada del producto refinado procedente de Argentina. «La orden será firmada este viernes por el ministro y publicada el sábado en el BOE», anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, antes de explicar que su contenido «tiene por objeto un apoyo a las operaciones de refino (de biodiésel) por parte de las empresas españolas y comunitarias, y busca colocarlo en una situación adecuada para poder ofrecer el biodiésel en condiciones competitivas».
Además, ha agradecido el «enorme apoyo internacional» recibido por «el Gobierno español y España en su conjunto» tras la expropiación a Repsol de un 51% de YPF y ha citado la UE, «muchos destacados miembros» de la misma, Estados Unidos, «un amplio» número de países de Iberoamérica» y «numerosas organizaciones internacionales».
Más medidas
Asimismo, el Gobierno ha afirmado que «seguirá buscando medidas y acciones de naturaleza diplomática en todos los foros». Esta posición parte de la «obligación» del Ejecutivo de «proteger los intereses de los españoles».
La orden de cuotas a la producción de biodiésel limitará las importaciones de biodiésel argentino, cuyo valor ascendió el año pasado a 750 millones de euros. En total, España compró 719.473 toneladas de este biocombustible a Argentina, casi la mitad de las 1,6 millones de toneladas consumidas.