El presidente catalán, Artur Mas, ha reclamado para Catalunya «los mismos poderes que tiene cualquier Estado» de la Unión Europea, incluso con una «Hacienda propia», para evitar que el país acabe siendo «borrado del mapa». Mas ha clausurado con su discurso el XVI congreso de CDC en Reus (Tarragona).
El discurso de Mas lo han seguido desde las primeras filas representantes de otros partidos como Antoni Balmón (PSC), Josep Llobet (PPC), Marta Rovira y Lluís Salvadó (ERC), Hortènsia Grau (ICV-EUiA), Joan Carretero (Reagrupament), Héctor López Bofill (Solidaritat), además de una amplia representación de Unió, con Josep Maria Pelegrí, y sin Josep Antoni Duran Lleida, en Rabat.
Compromiso sagrado
Mas, que ha cedido a Oriol Pujol la secretaría general de CDC para pasar a ocupar la presidencia del partido, con menos poder ejecutivo, ha subrayado su «compromiso sagrado» para sacar al país de la crisis.
Para superar la crisis, según Mas, hace falta hacer un «reset» y «poner el contador a cero» en la búsqueda de soluciones, empezando por huir del «dinero fácil» y la especulación, ser conscientes de que el Estado del Bienestar no puede cimentarse «a base de deudas».
El presidente catalán ha defendido una «nueva estrategia para seguir existiendo como pueblo», que no debe ser vista por España como una «amenaza» sino como una simple reivindicación del «derecho a existir, a ser y a progresar» de Catalunya.
Consciente de que «no hay muchas posibilidades» de conseguir el pacto fiscal en una negociación con el Gobierno de Mariano Rajoy, ha avisado de que de todas formas «Catalunya debe construir su hacienda propia, como todos los países normales del mundo».