Juan Francisco Trujillo, chófer del exdirector general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, dijo ayer a la juez que investiga los ERE irregulares que ambos consumían cocaína «a cualquier hora», gastaron 25.000 euros mensuales en esa droga y que en dos ocasiones recogió sobres con dinero para su jefe.
Abogados personados en su declaración ante la juez Mercedes Alaya informaron a la prensa de que Trujillo afirmó que Guerrero y él consumían «entre cinco y diez gramos diarios» de coca, droga que él preparaba al director general en bolsitas y que le iba entregando según le pidiese.
Compró la droga con las ayudas públicas que recibió de su jefe, y su suministrador era el hijo del dueño de un restaurante de la Sierra Norte sevillana que también está siendo investigado por las ayudas, añadieron los citados letrados.
Según las fuentes, Trujillo aseguró a la juez que a mediados de 2007 se desplazó a Madrid por orden de Guerrero y, en la estación de Atocha, recibió un sobre con dinero de Antonio Albarracín, responsable de la aseguradora Vitalia, una de las mediadoras en los ERE.
Su segundo viaje tuvo lugar en octubre de 2007 y entonces Trujillo recibió el mismo tipo de sobre para su jefe.
Trujillo reconoció haber percibido 1.350.000 euros de la Junta para tres empresas que creó por sugerencia del exdirector general, que en realidad eran «ficticias».