El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, aseguró ayer que el primer «desafío» que tiene por delante la nueva cúpula policial «sigue siendo el terrorismo» y avanzó que, a pesar del anuncio de cese definitivo de la violencia por parte de ETA, este cuerpo no bajará la guardia «lo más mínimo».
En la toma de posesión de los nuevos mandos policiales y en presencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, Cosidó dejó claro que la Policía Nacional se mantendrá «en la vanguardia» de esa lucha hasta lograr «la derrota definitiva» de la banda terrorista.
Comparte esta estrategia Fernández Díaz, que advirtió que mientras ETA no desaparezca, se mantendrán «activos» y «vigilantes» todos los instrumentos en la lucha contra ETA porque el Estado de Derecho «no está en suspenso».
A preguntas de los informadores, el ministro del Interior expresó su rechazo a que el Premio Nobel pueda «verse manchado» por la posibilidad de que el exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegi pueda optar a este galardón y pidió a Amaiur que, en lugar de pedir beneficios para los presos etarras, exija a ETA su disolución.
En su discurso, además del terrorismo de ETA, Cosidó alertó del «aumento de la amenaza del terrorismo yihadista» y afirmó que la policía estará «muy vigilante» para que ningún movimiento extremista «de cualquier ideología» pueda derivar en organizaciones violentas.
El director general de la Policía se ha marcado como objetivo una «revisión» de la estrategia en la lucha contra el crimen organizado para mejorar las capacidades de inteligencia e investigación y ha expresado además su temor de que la actual crisis económica pueda generar un aumento de la inseguridad.
La inmigración ilegal y el tráfico de seres humanos, así como la erradicación de la violencia machista, serán otros de los grandes ejes de actuación.
«La violencia contra las mujeres y en el ámbito familiar es uno de los delitos más aborrecibles a los que nos enfrentamos. Intensificaremos esfuerzos», dijo.