Palma, con 22 microgramos por metro cúbico, supera en 2µg/m3 el nivel de partículas contaminantes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera no perjudicial para la salud y es la quinta ciudad de España con el ambiente más respirable.
Santiago de Compostela, Logroño y Badajoz son las tres ciudades más respirables de España y las únicas que no superan esa cantidad, según la primera base de datos mundial sobre calidad del aire que ha publicado hoy en Ginebra la OMS.
La OMS fija en un máximo de 20 microgramos por metro cúbico (µg/m3) la media anual de PM10 -partículas contaminantes de menos de 10 micras de tamaño en espacios exteriores e interiores- el nivel por encima el cual el aire es perjudicial para la salud.
De las 28 ciudades españolas que incluye esta base de datos, que analiza la situación de casi 1.100 ciudades de 91 países, sólo las tres citadas aprueban: Santiago con una media de 18 µg/m3, Logroño con 19 µg/m3, y Badajoz justo en el límite de 20 µg/m3.
Superando ligeramente el límite establecido por la OMS aparecen Vitoria, con 21 µg/m3, Palma y Valladolid, con 22 µg/m3, y San Sebastián, Burgos, Pamplona y Toledo, con 23 µg/m3.
En el siguiente escalón se sitúan las ciudades de Marbella, Madrid y Salamanca, con 26 µg/m3, Móstoles, Mataró y Oviedo, con 27 µg/m3, Santander, con 29 µg/m3, Bilbao, con 30 µg/m3, Jérez de la Frontera y Córdoba, con 31 µg/m3, Málaga, Cádiz y Jaén, con 32 µg/m3, Albacete, con 33 µg/m3, y Torrejón de Ardoz, con 39 µg/m3.
Por encima de los 40 µg/m3, aparecen como las de peor calidad de aire Granada, con 40, Sevilla, con 45 y Zaragoza, con 45.
María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, explicó que esta base de datos no pretende ser un «ránking» de ciudades más y menos contaminadas, y consideró que, en líneas generales, en España se ha avanzado mucho en esta materia.
«En España se han hecho grandes progresos en medición de calidad del aire, que es fundamental y era una obligación en el marco de los compromisos de lucha contra el cambio climático», dijo Neira a Efe.
No obstante, consideró que como en el resto de países europeos las situaciones particulares «dependen mucho de cada ciudad, de su liderazgo político o de la presión que hagan los ciudadanos».
«Depende también de la situación geográfica, no cabe duda. No es lo mismo una ciudad de montaña, que una de mar o una industrial, pero creo que empieza a haber una concienciación importante de los ciudadanos para que se mejore la calidad del aire», argumentó.
En este sentido, destacó que los ciudadanos españoles «ya asocian mucho la calidad del aire a los casos de asma que están viendo todos los días o de las enfermedades respiratorias crónicas».
Neira consideró que la información es fiable pese a que los grupos ecologistas han acusado a algunos Gobiernos locales en España de situar estratégicamente las estaciones de medición de contaminación para ofrecer un resultado «más limpio».
«No tenemos la información acerca de donde están situadas las estaciones, pero tenemos la manera de ver si la información que nos ofrecen y publican las ciudades se corresponde o no con la zona geográfica en la que se encuentra», afirmó la responsable de la OMS.
Neira explicó que en esta base de datos no se han incluido los llamados «hot spots», las zonas de mayor contaminación en las ciudades «porque no hubiera sido representativo de la zona».
En cualquier caso, la calidad del aire en las ciudades españolas es más que aceptable si se compara con los centros urbanos más contaminados del mundo, de acuerdo con la base de datos de la OMS.
En la ciudad iraní de Ahwaz, la presencia de micro-partículas contaminantes en el aire es de 372 µg/m3, en Ulán Bator (Mongolia) de 279 µg/m3 y en Quetta (Pakistán), de 251 µg/m3.
Para Neira, ha sido la presión ciudadana lo que más ha influido en las medidas adoptadas para la reducción de la contaminación, como el impulso al transporte público y no contaminante y a los combustibles de menor impacto medioambiental, pero los responsables de la OMS subrayaron que queda mucho camino por recorrer.
De hecho, según los datos de la OMS, solo nueve de los 91 Estados analizados muestran una media anual que no supera los 20 µg/m3 en el conjunto de su territorio, un «top nine» que lidera Estonia (11), seguido de Isla Mauricio (12), Canadá (13), Australia (13), Irlanda (15), Bután (18), Mónaco (18), Finlandia (19) y San Marino (20).
La media de España se sitúa en 29 µg/m3, en la línea de países como Bélgica, Francia, Alemania, Dinamarca, Holanda o Portugal.
De nuevo, países de rápido crecimiento, con economías emergentes, aparecen en lo más alto de la lista de contaminadores: Mongolia, con 279 µg/m3, Botsuana, con 216 µg/m3, y Pakistán con 198 µg/m3.
En líneas generales, la OMS advirtió de que la contaminación urbana del aire «está alcanzando niveles que ponen en peligro la salud de la gente» y recordó que es responsable actualmente de la muerte anual de más de 2 millones de personas.
Esto supone un incremento sustancial con respecto a los datos de 2004, cuando el número de muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en las ciudades fue de 1,15 millones.