Un centenar de 'indignados' mantuvieron ayer en jaque a las Fuerzas de Seguridad, que tuvieron colapsada la Puerta del Sol con cierres de metro incluidos para evitar que acampasen nuevamente estos jóvenes, quienes se pasaron el día intentando entrar en la plaza y cortando el tráfico en la Gran Vía.
El movimiento de protesta 15-M reanudó ayer sus acciones callejeras con varios intentos infructuosos por retomar el 'kilómetro cero', que, por tercer día consecutivo, seguía bajo custodia férrea de la policía.
Constitución
Ante las críticas de los comerciantes, los turistas y el resto de ciudadanos que no podían ni visitar el área ni cruzar por ella, los manifestantes leyeron reiteradas veces el artículo 139 de la Constitución, que reza que ninguna autoridad podrá impedir la libre circulación de personas por el territorio español.
Mientras intentaban colarse, coreaban consignas como «Esta es la plaza del pueblo», «Esto es anticonstitucional» y «¡Dejadnos pasar, venimos a comprar!».
Como consecuencia de las marchas, la estación del metro de Sol debió cerrar sus puertas durante varias horas, al igual que las tiendas de la zona.
En la Gran Vía, por donde los 'indignados' se desplazaron a la plaza de España para debatir en asamblea sus nuevas estrategias, protagonizaron algunos encontronazos con los conductores a los que impedían circular.
El Cuerpo Nacional de Policía arrestó a tres personas: una por causar daños en un vehículo, otra por amenazar a los agentes y una tercera como presunto autor de un delito de atentado a un agente de la autoridad.
La jornada concluyó con una manifestación en torno a la plaza con cánticos como «Antes erais 'maderos' y ahora sois porteros».