El abogado de Sortu Íñigo Iruin reclamó ayer al Tribunal Supremo que permita la inscripción de esta formación en el registro de partidos políticos porque se trata de un ingrediente indispensable «para construir un futuro sin violencia»
La vista comenzó el lunes con la declaración de los miembros de la policía y la Guardia Civil que elaboraron los informes sobre Sortu incorporados a las demandas, quienes coincidieron en que ésta forma parte de la estrategia de ETA, y continuó ayer con la exposición de las conclusiones por las partes.
«Sin vuelta atrás»
El letrado de Sortu aseguró que «ya no hay vuelta atrás» en el rechazo del terrorismo por parte de esta formación, incluso si ETA rompe la tregua, y recalcó que «Sortu no es pantalla de nada ni de nadie, no se quiere disfrazar».
El abogado del Estado Manuel Rivero defendió, en nombre del Gobierno, que con la creación de Sortu la izquierda abertzale «quiere aparentar que ha cambiado» y que ha roto con ETA, pero no lo ha hecho. Según Rivero, la nueva formación es «la enésima manifestación del complejo ETA-Batasuna».
Por su parte, el fiscal de sala jefe de lo contencioso-administrativo, Antonio Narváez, coincidió con los servicios jurídicos del Estado en indicar que Sortu «no ha roto amarras con ETA». «El hábito no hace al monje», concluyó Narváez, quien hizo hincapié en que Sortu sólo cumple «aparentemente» la legalidad para poder volver a las instituciones.