El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado hoy que el atentado de ETA en Palmanova en julio de 2009, en el que murieron dos guardias civiles, es el único cuya autoría está sin esclarecer desde la ruptura de la tregua por parte de la banda terrorista.
Rubalcaba ha hecho esta afirmación al analizar la detención esta semana de cuatro presuntos etarras liberados y subrayar la importancia de la información sobre diferentes atentados obtenida en esta operación.
El vicepresidente primero ha vaticinado hoy que la lucha contra el terrorismo está «más cerca del final» tras la desarticulación del «comando Otazua» que, ha dicho, «era el más importante de todo lo que le quedaba a ETA».
Preguntado si el comando desmantelado estaba preparado para romper el actual alto el fuego a medio plazo, Rubalcaba ha confirmado que los arrestados tenían en su poder información sobre posibles objetivos, entre ellos un juez, un ertzaina, casas del pueblo y edificios oficiales, elaborada eso sí, hace ya unos años.
Según ha explicado, los arrestados han reconocido a la Guardia Civil que la dirección de ETA les pidió que confirmaran los datos disponibles sobre el juez y el ertzaina, aunque rechazaron atentar contra ambos por la «dificultad» que entrañaba la operación.
«Si estaban haciendo algo en este momento o no, lo ignoro. Habrá que remitirse a las declaraciones que hagan en lo que queda de detención o a las que hagan ante el juez», ha subrayado.
El titular de Interior también ha insistido en que se trataba de un comando experimentado, integrado por miembros «legales» -no fichados por la Policía- y, por tanto, muy difíciles de localizar, lo que a su juicio refuerza la relevancia de la operación.
«Un comando experimentado y un comando de 'legales' es siempre un comando muy peligroso», ha dicho.