El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que la «urgencia» de España es tener un Gobierno «con criterio, no con diez», que respete la seguridad jurídica, que cree certidumbre, que tenga un plan económico y «capaz de gestionar la economía y generar riqueza y bienestar».
En la clausura de la convención del PP de Galicia, Rajoy dijo que España tiene «fundamentalmente un problema de competencia», por lo que insistió en la necesidad de que tener un Ejecutivo «serio» y capaz de gestionar la economía.
Rajoy sostuvo que «el problema más importante» en el país es el desempleo y que el PP dedicará los próximos cuatro años desde las administraciones que gobierna, «como mínimo», a combatirlo.
En cualquier caso, dijo que «el grueso» de las políticas económicas y de empleo son del Gobierno y aseguró que los 4,7 millones de desempleados son «la plasmación gráfica de la ineficacia absoluta» del Ejecutivo. «Las autonomías y los ayuntamientos pueden ayudar, incluso a un Gobierno al que es imposible, pero el grueso de las competencias es del Gobierno», concluyó.
Recortes sociales
El presidente del PP apuntó que le pareció «sorprendente» ver al Ejecutivo y a los sindicatos «celebrar con grandes fotos» el recorte de las pensiones y reivindicó «otra política», ya que, en su opinión, el presidente del Gobierno ha hecho «el mayor recorte de derechos en la historia de la democracia porque no ha sabido gestionar la economía de los españoles».
Rajoy mostró también su oposición a la nacionalización de las entidades financieras, ya que «no es época de bancas públicas», aunque indicó que su partido está dispuesto a colaborar con el Gobierno «para hacer las cosas bien» en la reforma del sistema financiero.
En opinión del líder del PP, con tres reformas en un año se genera «más desconfianza» porque transmite que no se sabe qué se quiere hacer. «La prioridad es sanear balances y ayudar a las entidades financieras que los hayan saneado. Que haya competencia, no un país con tres o cuatro entidades, porque la competencia es sana y buena y acerca el crédito», dijo.
Y ha continuado: «No queremos una reforma de las cajas que suponga un nuevo varapalo al crédito. Y la exigencia de capital puede provocar esa situación».
Rajoy también cargó contra los que, en su opinión, «se radicalizan porque creen que así consiguen votos».