La mayoría de las comunidades autónomas se han mostrado aliviadas, incluso las gobernadas por el PP, al aclarar el Gobierno que todas podrán refinanciar la deuda que vence este año, una medida que, según subrayó el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no supone una rectificación.
Tras las críticas que ayer recibió el Gobierno por el acuerdo que permitirá a Catalunya emitir deuda en las próximas semanas, Zapatero negó que haya habido «trato de favor» hacia la Generalitat e insistió en que todas las comunidades deben comprometerse a reducir su déficit hasta el 1,3 por ciento del PIB este año. A su juicio, el debate surgido tras su reunión con el presidente catalán, Artur Mas, es «ficticio» y ha generado una confusión «con alguna intención».
Ignorantes
Desde Catalunya, el portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, ha tachado de «ignorantes» las críticas al principio de acuerdo alcanzado por Mas.
A pesar de las aclaraciones, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, advirtió de que permitir endeudarse a todas las comunidades «es malo para la economía española» y para su imagen en el exterior.
La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, se desmarcó de su partido afirmando que cuando Catalunya pide ampliar su deuda no exige «privilegios», sino lo que le corresponde.