El instructor del «caso Gürtel» en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira, ha acordado hoy prorrogar dos años la prisión provisional del considerado cerebro de la trama de corrupción, Francisco Correa.
En un auto notificado hoy Pedreira accede así a la petición de la Fiscalía que en una vista celebrada el pasado 24 de enero solicitó la prórroga de la prisión provisional ante la gravedad de los delitos y el posible riesgo de fuga o de destrucción de pruebas.
Según Pedreira, «la existencia de un riesgo objetivo de fuga existió desde el primer momento y continúa manteniéndose en la actualidad».
Correa, a quien el juez imputa los delitos de cohecho, tráfico de influencias, fraude fiscal, asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsedad documental, permanece en la prisión de Soto del Real desde que en febrero de 2009 fue detenido por orden del juez de Baltasar Garzón.
El juez instructor en el TSJM convocó la semana pasada la vista para estudiar la prórroga de la prisión provisional al cumplirse este mes el plazo de dos años establecido en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para revisar esta medida.
En dicha audiencia, los abogados de Correa y Crespo, José Antonio Choclán y Gonzalo Rodríguez Mourullo, respectivamente, se opusieron a la prórroga de la prisión solicitada por la Fiscalía al considerar que se trata de una situación «muy excepcional» que vulnera los derechos constitucionales de sus clientes.
Sin embargo, en el auto dictado hoy Pedreira coincide con los argumentos expuestos por las fiscales anticorrupción Concepción Sabadell y Miriam Campos, e insiste en que «existe y no ha mermado en modo alguno ese riesgo de fuga».
«Deriva esto de las intervenciones telefónicas que ponían de manifiesto las prolongadas estancias y la escasa presencia en España por parte del imputado, la existencia de inversiones fuera de España, la realización de actuaciones dirigidas a tener una residencia fuera», afirma.
Recuerda que los delitos por los que se sigue la instrucción son graves y que la Sala de lo Civil y Penal del TSJM consideró que la medida cautelar de prisión «ni es gratuita ni arbitraria» y está fundada en la Ley.
Pedreira comparte los argumentos de la Fiscalía respecto a que el riesgo de fuga de Correa no queda «suficientemente contrarrestado» por su situación familiar o personal, ya que «únicamente padece una crisis de ansiedad propia de la privación provisional de libertad general a todo preso preventivo y que puede ser tratada adecuadamente en el medio penitenciario».
El auto explica que uno de los elementos para valorar el riesgo de fuga que establece la LEcrim es la inminencia de la celebración del juicio oral y agrega que en este caso mientras que la investigación ha avanzado «extraordinariamente» «la posibilidad de alcanzar el juicio oral en un periodo de tiempo razonable encierra mayor dificultad de cálculo por el posible cambio de instructor y de Sala, si se produce el cese de los imputados aforados».
Por ello, concluye que concurren los requisitos exigidos por la Ley para acordar la prisión y para mantenerla, especialmente «el muy apreciable riesgo de fuga».
El instructor rebate los argumentos de la defensa de Correa y sostiene que la prórroga de la situación de prisión de su cliente responde a «causas objetivas».
«La pretensión de la defensa de Correa debe ser desestimada desde el terreno de la objetividad y no del dramatismo, ni de la retórica trasnochada, ni de la descalificación», señala Pedreira, que recuerda que tener derecho a la libertad de defensa no significa que puede imponer su criterio a los demás.
Según fuentes del TSJM, Pedreira tiene previsto dictar otro auto en relación a la solicitud de libertad del supuesto «número dos» de la trama, Pablo Crespo, quien, al igual que Correa, permanece en prisión desde febrero de 2009.