Cirujanos del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona) han desarrollado un gel de plaquetas que sirve para restituir el volumen de una mama tras la extracción de un tumor, que se coloca en el mismo acto quirúrgico y permite conservar la forma del pecho.
La técnica, que se ha elaborado en colaboración con el Banco de Sangre y Tejidos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), es pionera en el mundo y ya se ha aplicado a medio centenar de mujeres con muy buenos resultados, según ha informado el centro en un comunicado.
El tratamiento es fruto de un proyecto de investigación liderado por el cirujano Joan Francesc Julián, y constituye una nueva tecnología aplicada a la cirugía que no requiere reconstrucciones posteriores ni la colocación de prótesis mamarias para paliar el vacío que genera la extracción de un tumor mamario.
Sangre del donante
Desde el centro se ha señalado que las plaquetas se obtienen de la sangre de un donante y con ellas se elabora un gel con una consistencia similar a la de la mama, que restituye su volumen y regenera paulatinamente las fibras de colágeno perdidas.
Aunque circulan por la sangre, las plaquetas no son células, sino fragmentos celulares, de forma que aunque sean de un donante no generan rechazo del receptor. Además, contienen factores de crecimiento e inmunomoduladores que aceleran la reparación y regeneración del tejido.
Actualmente 7 de cada 10 mujeres que tienen un cáncer de mama necesitan una tumorectomía o extracción del tumor, mientras que a 3 de cada 10 requieren una mastectomía, que supone la extracción total del seno.
En el caso de las tumorectomías, hasta ahora no se reconstruía la mama en el momento de extraer el tumor, sino posteriormente, y una vez aparecida la deformidad se rellenaba la zona con ácido hialurónico o con grasa de la paciente, pero no siempre con los resultados esperados.
Fuentes del hospital Germans Trias i Pujol han remarcado que en el medio centenar de mujeres que se han tratado con este nuevo gel los resultados han sido muy buenos en la práctica totalidad de los casos, ya que entre uno y dos años después la mama mantenía su forma y volumen, y ninguna paciente tratada con esta técnica ha presentado recidiva del tumor, hasta el momento.