El ex presidente del Gobierno José María Aznar afirmó ayer en León que España está intervenida «de hecho» y ahora, según añadió, «lo que se está discutiendo» es si lo será «de derecho», lo cual es una simple consecuencia de la situación «límite» del país.
En la I Cumbre del PP en el Exterior, que se celebra ayer y hoy en León y en cuyo acto inaugural también participa la secretaria general de su partido, María Dolores de Cospedal, Aznar reprochó al Gobierno que se «limite a cumplir instrucciones de fuera» de España, sin desarrollar un programa electoral, lo que, a su juicio, significa estar intervenido de «hecho».
Finanzas inviables
También aludió al Estado, que tal como está configurado actualmente, según él, no es políticamente viable y «financieramente, absolutamente inviable».
Aznar, que en su discurso más que de emigración habló de crisis económica, tachó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «incompetente» y aludió a la necesidad de que alguien ponga «el cascabel al gato» para solucionar la situación y, a su juicio, ese alguien va a ser el PP.
El ex presidente del Gobierno, a su llegada al Auditorio de León, junto a Cospedal y otros dirigentes del partido, fue preguntado por el abandono del PP por parte del ex ministro de Fomento Francisco Alvarez Cascos, entre otras preguntas de actualidad, a las que rehusó contestar.
Sí habló de ETA y de Batasuna, de los que ha dicho que «no hay una ETA buena o una ETA mala, ni una Batasuna buena y otra mala», sino que «no hay más que una» y que lo único que les interesa es «sentarse en las instituciones, cobrar dinero de nuestros impuestos y amargarnos la vida».
Además, reclamó el máximo apoyo al presidente del PP, Mariano Rajoy, de quien no duda de su «capacidad».
Cospedal, al igual que Aznar también pidió apoyo para Rajoy y basó su discurso en la crisis económica.