El presidente de la Generalitat, Artur Mas, presumió ayer de haber constituido un Govern formado por once consellers de «sensibilidades diversas» dentro del catalanismo y que «traspasa las fronteras de los partidos políticos». Así se expresó en el acto de toma de posesión de su equipo de gobierno, en el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, dos días después de tomar él posesión de su cargo en este escenario.
Tras haber prometido en campaña que llamaría a la puerta de personalidades de gran valía profesional, militaran o no en CiU, para que se integraran en su gobierno, Mas ha conseguido formar un ejecutivo heterogéneo. «Es un gobierno que traspasa las fronteras de los partidos políticos, que tiene amplitud y apertura de miras, que integra a sensibilidades diversas que se mueven en el mundo del catalanismo», remarcó Mas, «especialmente satisfecho» con esta composición.
Símil náutico
El Govern deberá hacer frente al reto de «levantar Catalunya» y sacarla de la crisis y no le espera una tarea sencilla, admitió. Para resumirlo gráficamente, Mas recurrió una vez más a un símil náutico: «No tendremos una navegación fácil. Espero que no os mareéis en esta navegación, que será un poco movida. Entre todos hemos de llevar este barco a buen puerto, aunque tengamos mar movida, vientos fuertes y olas altas».
A bordo, recordó, navegan «los 7,5 millones de catalanes», a quienes este ejecutivo «debe demostrar su eficiencia y austeridad». No escondió que tendrán una dificultad añadida, como es el enorme «endeudamiento» de la Generalitat: «Con menos dinero, debemos hacer más y mejor», señaló Mas, que abogó por desplegar una buena política comunicativa para explicar la acción de gobierno.
Además de darles la enhorabuena por asumir el cargo de conseller, Mas les agradeció su disposición a arremangarse, en un contexto tan delicado, y pidió a sus familias que comprendan que a partir de ahora los consellers «son un poco menos vuestros y más de todos».