El vicepresidente primero del Gobierno y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha considerado hoy que la «ceremonia» de declaraciones sobre un inminente abandono de la violencia por parte de ETA nos más que «una estrategia de propaganda» de la banda terrorista.
En una entrevista en Radio Euskadi, recogida por Efe, Rubalcaba se ha referido así a las declaraciones de Arnaldo Otegi a The Wall Street Journal, en las que aseguraba que ETA está preparada para «abandonar la violencia y perseguir una estrategia pacífica para crear un estado vasco independiente».
«No son novedosas», ha dicho el ministro, quien ha recordado que el portavoz de la ilegalizada Batasuna ha utilizado expresiones similares en los últimos meses.
En su opinión, «décadas de hechos tremendos y asesinatos» no se pueden cerrar «en dos o tres declaraciones», por lo que ha animado a que se supere la fase declarativa y se pase a la de verdad: «que lo dejen y sustituyan las siglas de ETA por las de FIN».
Rubalcaba se ha vuelto a mostrar escéptico sobre que exista verdadera voluntad por parte de la banda de dejar las armas y ha advertido que esa voluntad es difícil de compatibilizar con el reciente robo de tarjetas de identidad en Francia.
A su juicio, ese robo demuestra «que están ahí» y por ello se ha mostrado partidario de un silencio prudente, «esperar y ver», en lugar de «contribuir a esa ceremonia de '`qué viene el comunicado!'.
El titular de Interior ha insistido en contraponer esa supuesta intención de abandonar las armas con «el regalito navideño» del robo en Francia, algo que, a su juicio, «parece que no es la mejor de las tarjetas de visita».
Además, ha indicado que «se pueden poner todos los adjetivos que se quiera a la palabra tregua», pero ha recordado que la palabra tregua «no vale nada» desde que una bomba contra la T-4 de Barajas asesinó a dos personas.
Entonces, los terroristas «acabaron con algo que la cultura de los partidos asumían: que se podía dialogar para lograr un final», pero eso «ya no se puede repetir» porque «sistemáticamente ETA ha reclamado el diálogo para poner bombas», ha subrayado.
«Quién piense -ha añadido- que una tregua o un alto el fuego sirven para algo, que se lo vaya quitando de la cabeza».
Se ha referido también al papel de los mediadores internacionales y ha asegurado que el Gobierno no les necesita, porque en realidad, esos supuestos mediadores están actuando «entre las dos partes que en estos momentos discuten: ETA y Batasuna».
En cualquier caso, serán «las fuerzas de seguridad quienes tengan que verificar si ETA se mueve o no» y después serán los ciudadanos quienes lo comprueben, ha opinado.
Ha afirmado que Batasuna puede hacer unos estatutos que cumplan Ley de partidos pero su problema de fondo no es ese, sino que el Tribunal Supremo estableció que tenían una relación permanente con ETA, por lo que para poder concurrir a las elecciones, o rompen «con hechos» con la violencia, o consiguen que ETA lo deje.
Sobre el documento del grupo de presos que ha abandonado su militancia en ETA, ha indicado haber observado «una posición diferente a la de la ilegalizada Batasuna» y ha resumido que los reclusos matizaron que «no es posible declarar una tregua, si no se tiene la voluntad clara de acabar con todo».
Además, según ha dicho Rubalcaba, los presos reclamaron «su derecho a usar las vías legales para reinsertarse» y criticaban a Batasuna que no les permitiera usar la Ley para acogerse a beneficios penitenciarios, «cuando ellos están pensando cumplir la legalidad para poder concurrir».