La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, reclamó ayer un informe «claro e independiente» para conocer el grado de violencia que hubo en el desalojo del campamento saharaui de El Aaiún y poder hacer un pronunciamiento «definitivo» sobre la actuación de Marruecos. Jiménez hizo esta petición en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para exponer su visión sobre los incidentes de los últimos días en El Aaiún, sin aclarar qué organismo debería llevar a cabo esta investigación imparcial, al margen de las que haga Marruecos y el Frente Polisario.
A la salida de la comisión, la ministra apuntó la opción de que el informe lo pudiese redactar la misión de la ONU desplegada en el Sahara Occidental (Minurso) u organizaciones como ACNUR o Human Right Watch.
«Es necesario que la comunidad internacional conozca el balance final de lo ocurrido para hacer un pronunciamiento definitivo, con datos precisos y fehacientes, a través de un informe claro e independiente», dijo Jiménez en su comparecencia, en la que recibió fuertes críticas de todos los grupos de la oposición. Le censuraron que el Ejecutivo no haya condenado aún la actuación de Marruecos, que haya antepuesto los intereses económicos a la defensa de los derechos humanos y que el PSOE defienda ahora una postura sobre el Sahara antagónica a la que postulaba cuando estaba en la oposición.