La jornada de huelga en Catalunya se vio empañada por los altercados, destrozo de mobiliario urbano y saqueo de comercios en el centro de Barcelona por parte de grupos de 'okupas' y antisistema, que se saldó con 42 detenidos y 30 agentes de los Mossos d'Esquadra heridos leves en la capital catalana.
La Generalitat, el Ayuntamiento y los sindicatos condenaron los violentos incidentes y los calificaron de «actos vandálicos». Los antisistema aprovecharon actos organizados por los sindicatos para provocar el caos en la capital catalana.
Los mayores incidentes se produjeron en la zona de Plaza Universitat en una concentración alternativa seguida por varios miles de personas, que concluyó con una batalla campal entre manifestantes y policía, con varios contenedores quemados. El punto álgido se produjo cuando dos encapuchados quemaron un coche de la Guardia Urbana, sufriendo también daños algunas unidades móviles de medios de comunicación.
Refugio
Posteriormente, los Mossos desalojaron a los activistas que desde el pasado sábado ocupaban la antigua sede de Banesto en Barcelona, al comprobar que se habían escondido en ella algunos antisistema que precisamente habrían provocado los destrozos en el centro de la ciudad. El desalojo empezó a las 15.30 horas y duró dos horas. Ninguna persona resultó herida y la policía identificó a 19 personas y detuvo a una.
Otro grupo de activistas incendió seis contenedores en la Gran Vía de Barcelona, entre Passeig de Gràcia y Pau Claris, provocando una gran columna de humo.