El presunto cabecilla de la 'red Gürtel', Francisco Correa, buscaba desde 2008 inversiones inmobiliarias en Colombia para blanquear los recursos económicos de la trama de corrupción, según se desprende de la declaración ante el juez del empresario colombiano Miguel Uriel Hernández.
Hernández, que fue detenido el pasado 30 de junio en Madrid por sus posibles vinculaciones con la trama, quedó en libertad tras declarar durante más de cuatro horas ante el instructor del 'caso Gürtel' en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira, que le imputa los delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.
En su declaración policial, anterior a la prestada ante Pedreira, el empresario colombiano, que preside y es accionista mayoritario de varias empresas (Energing, Distasa y Senercol) del sector energético en Colombia, Venezuela y Panamá, explicó que Correa le visitó entre septiembre y octubre de 2008 porque quería conocer a empresarios de su país.
El abogado Gabriel Giraldo y el ex vicepresidente de Repsol-YPF José Ramón Blanco Balín, con quien -según los informes policiales- Hernández trabajó en varios proyectos, le presentaron a Correa como un empresario «serio y solvente» y le pidieron que le atendiera para darle una visión de la situación económica de Colombia.
A partir de entonces, Correa visitó varias veces a Hernández Chavarro para que le asesorara sobre proyectos en los que pudieran invertir conjuntamente, por separado o con otros inversores que facilitaría el cabecilla de la 'red Gürtel'.
Éste mostró su interés por el sector inmobiliario o centros comerciales que tuvieran renta.