El grupo turístico Marsans ha presentado una demanda por daños y perjuicios contra la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) ante el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, en la que asegura que en ningún momento ha incumplido sus compromisos de pago.
La decisión del grupo de Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual se produce después de que la organización que agrupa a la mayoría de compañías aéreas le retirara ayer la licencia para vender billetes de avión.
Se trata de una reclamación «super-multimillonaria», indicó hoy Pascual, que lleva las riendas de Viajes Marsans desde que el pasado día 11 de marzo dimitiera José María Lucas, hasta entonces director general de la compañía.
No obstante, Pascual rehusó cuantificar la cantidad por la que el grupo demanda a la IATA, que, con su decisión «fuera de lugar» para los dueños del grupo ha dañado la imagen de una empresa de cien años de historia.
Agregó que, además, la auditoría de PricewaterHouseCoopers demuestra que Marsans cumple «con creces» todos los requisitos para seguir operando y para que continúe con la licencia de venta de billetes aéreos.
En paralelo a la demanda, los dueños de Marsans están buscando reunir los 20 millones de euros que les pide la IATA como aval para devolverles la licencia, para lo que están negociando con algunos bancos, además de que siguen abiertos a una posible operación de compra-venta que, hasta ahora, ha despertado el interés de tres compradores.
Mientras la situación se normalice, todas las oficinas de Marsans «trabajan con total normalidad en la jornada de hoy», de modo que el grupo sigue con la venta de billetes aéreos, porque, como aseguró Pascual, lo primero son los clientes y éstos se han visto «mínimamente afectados».
Las oficinas del grupo pueden seguir trabajando gracias a los acuerdos bilaterales que tienen prácticamente con todas las compañías aéreas, lo que no quita, sin embargo, que tengamos que normalizar la situación cuanto antes, agregó.
Pascual aseguró que si lo que ha hecho la IATA con ellos, hubiera ocurrido a otra compañía española, ésta no habría podido seguir trabajando, porque ninguna cuenta con los recursos que pueda tener Marsans.
El secretario general de la Federación Estatal de Transporte, Comunicaciones y Mar de UGT, Miguel Angel Cilleros, corroboró que los propietarios de Marsans han mantenido esta tarde una reunión con tres o cuatro bancos más importantes del país, con el objetivo de buscar los avales necesarias para hacer frente a las exigencias de la IATA.
Cilleros explicó que los trabajadores de Marsans celebraron ayer una asamblea en la sede de UGT en Madrid, en la que se les informó de las gestiones que se están haciendo, y aunque manifestaron estar muy preocupados por el futuro, «desde el sindicato se les aconsejó que acudieran hoy con toda la normalidad a sus puestos de trabajo».
No obstante, Cilleros opinó que es una solución sólo a corto plazo, por lo que es necesario que se consiga una línea de avales, «ya que si no, al final, la empresa va a estar con serios problemas».
A juicio del responsable de UGT, la crisis con la IATA llega en un momento de desconfianza mutua tanto por parte de los trabajadores como la banca y el mercado, por lo que «lo mejor que puede y debe hacerse es la venta de la empresa», opinó.
Respecto a los posibles compradores, dijo que UGT intentó mantener una reunión la semana pasada con los responsables de Orizonia -grupo turístico que en su momento manifestó su interés por Marsans-, pero que fue pospuesta por producirse un cambio en la cúpula directiva del grupo.