La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, afirmó ayer que «en el momento de la verdad» los políticos del PP son los «más intervencionistas» en las entidades financieras, a raíz de la conversación de Esperanza Aguirre que captó un micrófono abierto.
Salgado destacó que, cuando los representantes del PP dicen que no quieren que los políticos de las comunidades autónomas intervengan en las entidades financieras -propuesta con la que se mostró de acuerdo-, es «de cara a la galería», ya que «cuando llega el momento de la verdad son más intervencionistas que nadie».
No obstante, consideró una buena noticia que Caja Madrid, con la llegada de Rodrigo Rato, tenga una dirección estable y que «haya terminado la lucha por el poder dentro del Partido Popular».
El portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, David Pérez, ha replicado que «más le valdría a Salgado intentar arreglar la desastrosa política económica» y que Caja Madrid ha «ampliado la participación social, que es lo contrario al intervencionismo» del que les acusa.
Por su parte, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, afirmó que las palabras de la presidenta madrileña reflejan la «forma que tienen permanentemente de entender la política Esperanza Aguirre y el PP en Madrid».
Tomás Gómez llamó la atención sobre el momento de la conversación en el que Aguirre pregunta a su vicepresidente, Ignacio González: «¿Qué arma tenemos contra él?».
Ring de combate
A su juicio, la «gravedad» y el «calado importante» de esa frase es que la presidenta está preguntando «cómo podemos cargarnos a alguien», y que para ella el «debate político es un ring de confrontación y combate».
Gómez dijo con ironía que Esperanza Aguirre dio con sus palabras una «muestra de su elegancia, de su exquisito uso del lenguaje y de su exquisita educación, aunque a algunas personas les ha podido parecer de cierto gracejo o incluso ser motivo de broma».