Zapatero, Van Rompuy y Barroso se conjuran para encarar unidos la crisis

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se conjuraron ayer para que la UE salga de la crisis de forma unida, coordinada y con ambición, al ser una cuestión de «supervivencia».
Zapatero, Van Rompuy y Barroso compartieron este mensaje al término de la primera reunión de trabajo que mantuvieron en Madrid coincidiendo con el estreno oficial de la presidencia española de la UE.
«Necesitamos ahora y en el futuro un mayor crecimiento económico para preservar el modo de vida europeo. Es una cuestión de supervivencia y vamos a tener éxito», aseguró Van Rompuy, quien reclamó la misma firmeza y unión contra el cambio climático.
Zapatero defendió una Europa con más políticas compartidas y con más nivel de «exigencia», y reivindicó la capacidad de España para guiar a Europa en este empeño.
Sinergia
«Si los europeos nos unimos más, conseguiremos más», añadió Zapatero, quien remarcó la importancia de aprovechar la «gran sinergia» que representan los veintisiete países, sus 500 millones de ciudadanos y sus miles de empresas y universidades.
El presidente estable del Consejo Europeo hizo un llamamiento a los líderes europeos, a los Gobiernos nacionales y regionales y a toda la ciudadanía para que participen en esta tarea.
«Tiene que ser un esfuerzo colectivo», dijo Van Rompuy, quien aseguró que el nuevo modelo económico deberá estar aprobado antes de que termine la presidencia española, el próximo 30 de junio.
Zapatero convino en la obligación de «avanzar en la unidad económica» para garantizar la prosperidad y el bienestar de Europa.
Para ello, abogó por una Comisión Europea «más fuerte, con más poderes, con más políticas comunes y con más capacidad de exigencia». «Una gobernanza que nos exija más», apostilló.
Van Rompuy no concretó si sus propuestas incluirán medidas vinculantes y sanciones para los países que no cumplan las metas marcadas. Según Zapatero, el modelo que caduca este año no ha cumplido los objetivos porque no planteaba mecanismos que comprometieran a los Estados.