El presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, copropietario de Air Comet, culpó ayer del cierre de la aerolínea a la crisis económica, la falta de créditos para la compañía y la decisión «desproporcionada» del juez británico que prohibió la actividad de los aviones. Sin embargo, a pesar de considerarla viable, el dueño de la quebrada Air Comet reconoció que «ante la situación vivida por esta compañía, que en estos tiempos estaba sufriendo huelgas», ni el mismo «la hubiera elegido para volar a ningún sitio».
En una rueda de prensa en la sede de Air Comet, Díaz Ferrán dijo que le ha «sorprendido» el fallo del juez del tribunal de Londres que impide volar a Air Comet hasta que abone una deuda de 25 millones de dólares (unos 17'6 millones de euros) al banco alemán Nord Bank.
Mientras, Air Comet presentó ayer en la Dirección General de Trabajo de la Comunidad de Madrid su propuesta de expediente de regulación de empleo para la totalidad de su plantilla, 666 trabajadores, aunque será finalmente el Ministerio de Trabajo el que dé su resolución final sobre este ERE.
Fuentes de la Comunidad de Madrid explicaron que el ERE que se registró ayer por la mañana propone la extinción de contrato de los 666 trabajadores de la aerolínea, de los que 650 están en la Comunidad de Madrid y otros dieciséis en Palma de Mallorca.