La Fiscalía General del Estado alerta de un «preocupante» incremento de casos de violencia doméstica ejercida por los hijos adolescentes sobre sus progenitores, asegurando que en estas infracciones no hay distinción de clases sociales. El internamiento del joven puede acabar deteriorando la relación de afecto paternofilial. Estas son algunas de las informaciones que se desprenden del Informe Anual de 2008 del máximo órgano de fiscales.
Este documento se dio a conocer en la apertura del año judicial e indica que, en muchos de estos casos de violencia doméstica protagonizada por jóvenes, se reacciona con la «máxima urgencia», promoviendo la adopción de medidas cautelares. Sin embargo, el informe indica que para estos supuestos no siempre es posible ni estaría justificado el internamiento del joven, que puede afectar «de manera irreversible» la relación de los hijos con los padres. El informe constata que las actividades violentas se producen en cualquier clase social.
La mayoría de las Secciones de Menores coinciden en que el recurso más adecuado para estos supuestos es la convivencia con un grupo educativo, así como la mediación interfamiliar e intergeneracional. Un ejemplo es el de la Sección de Menores de la Fiscalía de Valencia que, con su «escuela de padres» ha contribuido, según los fiscales, a la reinserción de los menores y a su entorno pacífico a la convivencia familiar.
Los fiscales también se muestran preocupados ante la falta de centros adecuados y de una normativa precisa para atender a los niños con enfermedades psíquicas y con problemas conductuales, que hace que su tratamiento sea «particular problemático y complejo».
La memoria de la Fiscalía también refleja que el número de delitos que dieron lugar a procedimientos penales en 2008 aumentó en un 3'57% respecto al año anterior, aunque ese incremento medio fue muy superior en los delitos de homicidio -que crecieron el 16'46%- y contra el patrimonio, que subieron el 6'6%.