La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, llamó ayer por teléfono al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para pedirle disculpas por haberle llamado ayer «sindicalista retrógado y piquetero», informaron fuentes de Moncloa.
Según las mismas fuentes, el presidente del Gobierno aceptó las disculpas de la presidenta de Madrid y posteriormente siguieron mantenido una conversación, que Moncloa define como «cordial».
Minutos antes, la propia presidenta había anunciado que efectuaría esta llamada, tal y como había trasladado al propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien se había reunido para firmar tres convenios en materia de seguridad.
Durante la rueda de prensa, aseguró que llamaría a Zapatero para transmitirle sus disculpas, asegurando que, aunque algunas personas hayan salido diciendo que para ella decir que alguien es sindicalista significa un insulto, para ella no lo es, pero que, no obstante, si estas declaraciones habían podido ofender al presidente, no le «duelen prendas» en pedir disculpas por ello. «Yo le he dicho al ministro (de Interior) que voy a llamar al presidente a pedirle disculpas», destacó.
De hecho, el ambiente durante la firma de los convenios con Rubalcaba fue casi festivo y liberado de tensiones, y Aguirre aprovechó la ocasión para cantar el 'cumpleaños feliz' al ministro, regalarle una corbata y hasta comer una porción de tarta de chocolate.