CCOO y UGT afirmaron ayer que «no se explican» el cambio «radical» que ha experimentado la CEOE en sus posiciones ante las negociaciones en la mesa de Empleo del diálogo social. Así lo expresaron el secretario de Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano y el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, en relación con la reunión que sindicatos y patronal tuvieron el jueves en el Ministerio de Trabajo para analizar las medidas del Gobierno en materia de empleo y protección de los desempleados.
Fuentes cercanas a la negociación dijeron que la CEOE planteó ayer cinco nuevas propuestas, con lo que la patronal vuelve a reivindicar su «programa de máximos». Al respecto, Lezcano dijo que es necesario que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, «reconduzca» el diálogo social tras la imposibilidad de llegar a acuerdos entre patronal y sindicatos y la incapacidad del Ejecutivo para liderar la mesa.
Viraje
En su opinión, es «difícilmente explicable el viraje» de la CEOE que, «por sorpresa», ha vuelto a reivindicar un programa de «máximos» y ha puesto sobre la mesa cuestiones como la rebaja de las cotizaciones sociales en cinco puntos o lo que denomina «contrato del siglo XXI», que contempla la indemnización por despido con 20 días por año trabajado. Por su parte, Toni Ferrer dijo que en la reunión del jueves se produjo una situación que provocó la CEOE por el cambio en sus posiciones «que no sabemos a qué obedece» en la medida en que había un compromiso, establecido el 20 de mayo, de que «determinadas materias» no se iban a tratar en esta mesa.
Ferrer destacó, entre los asuntos que la CEOE llevó a la mesa, el nuevo contrato «que llaman del siglo XXI», además de algo que «nunca habían planteado antes», en referencia a la rebaja de los cinco puntos de cotización. «Habíamos establecido que cualquier mejora en los costes de los empresarios, vía cotizaciones, no podía afectar a las prestaciones 'troncales' de la Seguridad Social, como pensiones, maternidad, enfermedad».
Ferrer añadió que los sindicatos esperaban que se aceptara una rebaja del 0'5% planteada por el Gobierno, o que la patronal mantuviera como máximo los dos puntos que había planteado en un principio. Asimismo, fuentes de la CEOE aseguraron que la situación «no está fácil» y que cabe la posibilidad tanto «de que se firme como de que no» porque la negociación «nunca ha estado tan abierta como ahora».
Tras el rumbo que tomó la reunión del jueves, tanto Lezcano como Ferrer dijeron que la respuesta del Gobierno quedó «difuminada». Lezcano acusó al Ejecutivo por haber puesto sobre la mesa un nuevo documento con muy pocas modificaciones.