El Consejo de Ministros ha puesto en marcha el Plan Moto-E, un paquete de ayudas dotado con un presupuesto de nueve millones de euros que prevé concesiones por un importe máximo de 750 euros para la adquisición de motocicletas y ciclomotores. La iniciativa está dividida en tres tramos y condicionada a que los fabricantes e importadores realicen su propia aportación. El Partido Popular no ha tardado en señalar que las ayudas llegan tarde y con un presupuesto insuficiente.
Esta es la nueva iniciativa que ha puesto en marcha el Gobierno. Se trata de un plan que consiste en la aportación de hasta 750 euros para la adquisición de motocicletas, en este caso, de 250 centímetros cúbicos. En este tipo de ayuda -la máxima para la adquisición de motocicletas- el Gobierno aportará 250 euros, mientras que la marca tendrá que hacerse cargo de completar la ayuda con 500 euros.
Para la compra de ciclomotores de hasta 50 centímetros cúbicos, las ayudas serán de 225 euros -75 euros del Gobierno y 150 euros de los fabricantes-, mientras que para la compra de motocicletas de hasta 250 centímetros cúbicos, la ayuda asciende a 525 euros -175 euros del Gobierno y el resto, del fabricante o importador-.
Entregar al chatarrero
Asimismo, el Gobierno ha abierto la veda para que aquellas Comunidades Autónomas que quieran sumarse a esta iniciativa, puedan hacerlo con sus propias aportaciones a las cantidades previstas.
El Plan Moto-E establece requisitos para beneficiarse de las ayudas. En primer lugar, el precio del nuevo ciclomotor o motocicleta no puede exceder de 9.500 euros; y, en segundo lugar, es necesario «achatarrar» una motocicleta o ciclomotor con determinados requisitos de antigüedad. Según explicó la vicepresidenta De la Vega, el Plan Moto-E, que entró ayer en vigor, permanecerá activo hasta el 30 de junio de 2010.