El Banco de España ha optado por intervenir Caja Castilla-La Mancha (CCM), tras el fracaso de su proyecto de fusión con Unicaja, para garantizar los ahorros de sus clientes y los derechos de sus acreedores, una medida que implica aportar financiación a la entidad y relevar a sus administradores. Es la primera intervención del Banco de España desde la de Eurobank en 2003 y la mayor desde la de Banesto en 1993.
El Consejo de Ministros se reunió ayer con carácter extraordinario para aprobar la concesión de un aval del Tesoro por importe de hasta 9.000 millones de euros para garantizar la financiación por parte del Banco de España que necesite CCM por sus problemas de liquidez. El vicepresidente Pedro Solbes aseguró, tras la reunión del gabinete, que los ahorros de los clientes de CCM están garantizados.
La Comisión Ejecutiva del Banco de España acordó el sábado el relevo de los administradores de CCM y su sustitución por dos inspectores y un letrado de la institución: Jorge Pérez Cerdá, Raúl Hernández y Carlos Miguel Hervás. Según el Banco de España, la decisión se adoptó después de que no fructificaran las conversaciones mantenidas en las últimas semanas para encontrar una solución en el ámbito del Fondo de Garantía de Depósito.
A juicio del organismo supervisor, Caja Castilla-La Mancha tiene un patrimonio neto positivo y es, por tanto, una entidad solvente, pero sus perspectivas financieras aconsejaban buscar soluciones que garantizaran su futuro. La caja había concedido créditos a empresas que se han declarado en los últimos meses en concurso de acreedores, entre ellas Martinsa-Fadesa, Tremón y Dico.
A raíz de la decisión del Banco de España, el Consejo de Ministros aprobó ayer, a través de un Decreto Ley, la concesión de un aval del Tesoro para que el Banco de España facilite financiación a CCM. Solbes explicó que, aunque el aval del Tesoro se eleva a 9.000 millones de euros, la entidad necesitará entre 2.000 y 3.000 millones para financiarse.